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 jueves, 12 de enero de 2006  
Con su gol, Roberto Sensini entró en la historia del calcio
Sensini viejo nomás

Gustavo Conti / La Capital

"Hola, ¿quién es?", se escuchó del otro lado de la línea telefónica. No tendría nada especial, si no fuera porque la voz está más acostumbrada a contestar: "Pronto. Chi parla?" ante los numerosos requisitos en la Italia que hace tanto lo recibió, de la que absorbió obviamente el idioma y los modismos. Quizás porque era el momento de la cena en la fría Udine y a esa hora sólo podía esperarse un llamado desde la Argentina que tanto extraña, Roberto Néstor Sensini contestó a Ovacion como si estuviera aquí a la vuelta.

Lo que siguió después, hechas las presentaciones, fue una charla sin urgencias pese a que a su alrededor Julieta (12 años) y Federico (6) lo interrumpían cada tanto a pura risa, y a que su esposa Analía apuraba con la comida. "¿Querés que te diga qué edad tiene mi señora? 36", dijo sin dar tiempo a responder, "y parece que fuera de 16".

¿Y de cuánto parece Sensini, entonces, que el último domingo convirtió un gol de cabeza para Udinese ante Cagliari (derrota por 2 a 1) y batió un récord en el calcio, al ser al extranjero con más edad en hacerlo? "No, yo ya estoy viejo", se ríe aquel defensor que asomó a la primera división con el Indio Solari en Newell's a fines del 86 pero explotó al año siguiente con José Yudica para emigrar enseguida al Calcio en 1989, hace apenas 16 años. Sí, hace tanto, que hasta le erró cuando recordó el rival al que le hizo el primer tanto de su vida en primera.

-¿Cuánto significó este gol?

-No es que no le dé importancia a ese dato de ser el extranjero más viejo en convertir. Me ponen bien esas cosas, pero te mentiría si dijera que me fijo en eso. Lo valioso para mí es que sigo jugando, que tengo ganas y que para los defensores siempre es especial convertir, mucho más a los 39 años, algo no muy común. Pero bueno, nunca voy a ser como Romario (el goleador del último Brasileirao, con 40 años). Esto fue nada más consecuencia de la continuidad que tengo.

-Lo festejaste con todo.

-Sí, puede ser, no me di cuenta en el momento. Pero estaba a un metro del arco, no lo podía errar tampoco. Lo bueno es que no di por terminada la jugada y creí que podía marcar. La lástima es que después también hice otro gol pero en el arco propio y nos empataron. No pude sacar la pierna, me rebotó y entró. Y luego perdimos un partido que podíamos ganar tranquilamente, porque tuvimos las ocasiones. Igual, por el gol quedé contento porque fue el primero del año.

-¿Y te acordás del primero de tu carrera en Newell's?

-Sí, se lo hice a Unión en el Parque (le erró, fue ante Argentinos Juniors, a Goyén a los 86', a fines del 87). Ganamos 2 a 0 y marqué el segundo. Arranqué la jugada en mitad de cancha, adonde estaba jugando en ese momento (luego de que Fullana reemplazara a Alfaro, pasó como volante), se la di a Balbo, me la devolvió y marqué con el arco vacío. Quizás el que más recuerden todos es el segundo, el que le hice a River en el Monumental, porque fue más lindo y además ahí quedábamos punteros.

-¿Imaginabas entonces que en 2006 seguirías jugando en una de las ligas más competitivas del mundo?

-No, en ese momento era difícil proyectar hacia adelante. Siempre es más fácil mirar para atrás y viendo todo lo que hice sé que es muy importante llegar adonde llegué.

-¿Te pesa ir a entrenar?

-Y, no es como antes. Ahora me tengo que preparar más y cuidarme en todo. Hoy se me complica jugar cada tres días por la operación de tobillo que sufrí en marzo de 2004 (rotura de ligamentos). La articulación por ahí me molesta un poco y a mi edad eso es normal, sobre todo porque ahora jugamos con muy bajas temperaturas. Así que cuesta calentar las tabas (risas).

-Pero no tuviste grandes lesiones, ¿eso te ayudó a llegar hasta acá jugando?

-Seguro que sí. Excepto por el tobillo, tuve una pubialgia y nada más, pero eso fue como en el 87 creo, así que tuve tiempo de recuperarme (risas).

-¿Y hasta cuándo vas a seguir jugando?

-Hasta junio, después no va más. Acá ya me amenazan (risas).

-Pero otras veces dijiste lo mismo (en marzo de 2005, por ejemplo) y después seguiste.

-Sí, pero ahora está totalmente decidido. Soy un agradecido a todo lo que el fútbol me dio y es muy bueno poder decidir uno cuándo retirarse. Yo lo hice y quiero largar bien, dejando una buena imagen. Ahora sí no hay vuelta atrás.

-Cuando te pasó lo del tobillo parecía que dejabas. ¿No lo hiciste por este motivo que decís?

-Seguro. Yo tenía un año más de contrato y me propuse volver. En agosto empecé la recuperación firme, en septiembre volví y como no tuve más problemas, excepto por esas molestias que mencioné, seguí. La idea era terminar bien y creo que lo voy a lograr.
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El juego aéreo y el timming son dos de las características salientes del zaguero.

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