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 jueves, 12 de enero de 2006  
Rescate en Mar Chiquita destapa una pelea entre el intendente y guardavidas
Los trabajadores protestan por despidos y falta de personal para garantizar la seguridad de los turistas

En el marco de un conflicto laboral sostenido por bañeros de playas de Santa Clara del Mar -partido de Mar Chiquita-, una guardavidas contratada por el dueño de un balneario denunció que tres colegas le "impidieron rescatar a un surfista" que estaba internado en el mar, y que, además, la habían golpeado en esas circunstancias.

El hecho, ocurrido el 5 de enero, generó un duro enfrentamiento en el que el intendente de la localidad bonaerense, Jorge Paredi, y el empresario del balneario California, Miguel Korol, calificaron de "gravísima la actitud" de los bañeros.

Los trabajadores, que desde diciembre exigen la incorporación de tres compañeros despedidos, la renovación de contratos para la temporada y mayores medidas de seguridad para cumplir sus tareas en beneficio de los turistas, negaron el incidente.

El intendente Paredi criticó ayer la conducta de los guardavidas por "impedir trabajar a quien debía hacerlo. Esto avala mi decisión de no renovarles los contratos".

El dueño del balneario California (situado a 15 kilómetros al norte de la ciudad de Mar del Plata) señaló que el conflictivo rescate "pudo haber sido fraguado por amigos de los guardavidas disidentes" para agredir a Gabriela Fraga cuando ingresó al agua para concretar la maniobra, como ella denunció a la policía.

El empresario, sin embargo, dijo que el comportamiento de los guardavidas "fue ambiguo, porque decían que estaban de paro y no colocaban las banderas con el estado del mar, pero si había una emergencia, acudían al rescate, según decían".

"Ellos estaban prestando algún tipo de servicio, pero el balneario contrató otros guardavidas para que no haya riesgos", señaló. "A partir de ahí, comenzó una actitud hostil de los guardavidas hacia Fraga, que desembocó en ese hecho", agregó.

En la denuncia realizada en la comisaría de la zona, que dio intervención a la fiscalía de Mar del Plata, consta que Fraga fue insultada y que incluso se pretendió sumergirla, en una suerte de "piquete marítimo", cuando se desarrollaba el rescate.


"Persecución laboral"
Sin embargo, Horacio Gocela, uno de bañeros acusados, aseguró que "hay una persecución laboral, y por ello abrimos una causa judicial. Fue un rescate normal, no hubo impedimentos, hay gente que puede testimoniar sobre nuestra labor. Quizás la mujer pudo haberse lastimado en el operativo. Además, un turista filmó el hecho". También señaló que "se estaba acatando la conciliación obligatoria", por lo que los guardavidas se encontraban en funciones.

Gocela, quien es delegado de los trabajadores, indicó a La Capital que el conflicto nació en diciembre. "Cuando el intendente dejó de brindar el servicio de guardavidas a los balnearios, quedamos sin trabajo y denunciamos el hecho ante el Ministerio de Trabajo, que dictó la conciliación obligatoria", aseguró.

"Hace tiempo éramos 39 empleados por contratos municipales, luego quedamos 29 y no podíamos cumplir con las tareas en los cuatro mil metros de costa que debemos atender", explicó, y precisó que "hay una ley provincial que establece que por cada 80 metros de playa debe haber un guardavida, pero eso no se cumple. El incremento de turistas requiere de mayor seguridad, no es igual que vaya uno solo a un rescate a que vayan tres".

"Ahora estoy bajo una sombrilla, hay mucho viento y no nos dejan acceder al mangrullo para vigilar. El intendente recibió ya nueve advertencias del Ministerio de Trabajo por no cumplir ordenanzas sobre condiciones de salubridad e higiene en la costa. Destruyó casillas de vigilancia, no son suficientes los botiquines, no hay baños ni agua, faltan resguardos climáticos y trabajamos unas siete horas diarias (una más de lo establecido por ley) y sin francos", remarcó.

"Acá no hay piquetes, pero la Municipalidad llamó a la policía para impedirnos que toquemos los elementos de trabajo, algo que burla lo que establece la ley en una conciliación obligatoria", dijo.

Goncela tiene 47 años y desde hace 24 temporadas trabaja como bañero, pero no le reconocen los años de antigüedad en sus haberes. "Cobramos lo mismo que hace quince años y no hay recategorizaciones", explicó.
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La playa de la discordia.

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