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 sábado, 27 de agosto de 2005  
La técnica del origami (plegado en papel) para enseñar los principios geométricos
Stella Ricotti: "La escuela está divorciada del mundo"
"Sin geometría no habría ni modistas, ni arquitectos", dice la especialista en matemática

Marcela Isaías / La Capital

Stella Maris Ricotti es una apasionada de la geometría, que diseña y construye las más creativas formas y figuras geométricas utilizando la milenaria técnica japonesa del origami, o bien del plegado en papel. "Fácil, útil y barato", así define la herramienta principal con la que se anima a explicar y a entusiasmar a sus colegas a buscar caminos creativos para enseñar a pensar en las aulas.

La semana pasada fue invitada por la Asociación de ex Alumnas del Normal Nº 2 "Ana María Benito" para dictar un taller para docentes y estudiantes del profesorado. Ricotti es profesora de matemática, participa de comisiones perfeccionamiento docente de Educación provincial y de las Olimpíadas Matemáticas. Además es autora de "Juegos y problemas para construir ideas matemáticas" (Novedades Educativas), y tiene un micro radial "Matemáticas trasnochadas", por LT 10 Radio Universidad (UNL).

"Hay que aprender a mirar y a experimentar echando mano al trabajo", dice una y otra vez a las docentes que fueron a aprender con ella. Pero, más que un consejo, para la profesora se trata de una línea de trabajo pedagógica, donde combina en problemas integrados los principios de la geometría con contenidos propios de la matemática. Y en esto Ricotti no admite excusas y dice convencida que su trabajo de plegado en papel es posible de usar en todas las realidades, desde las escuelas llamadas marginales hasta donde sobran los recursos.

"Papel hay en todas partes", advierte la profesora, para quien sus premisas de enseñanza se guían por la actitud creativa, la felicidad que debe dar el aprendizaje y la consigna de formar alumnos críticos. De manera consecuente, en una clase práctica y demostrativa hizo trabajar a los docentes para que experimentaran cuánto se puede aprender plegando papeles.

-Si los docentes pueden experimentar cuánto se aprende en la clase, ¿por qué cuando se trabaja con los chicos todo lo que sea armar y pegar se da como tarea para la casa, para que en realidad los que concluyan los trabajos sean los padres, madres o abuelos?

-Es verdad que esto ocurre. Sucede que hay que convencer al maestro de que el tiempo que le dedica al trabajo en el aula no es un gasto sino una inversión. Tiene que sentir primero que cuesta llegar a esa idea que se quiere trabajar con el papel, para que una vez que la descubra la pueda usar. Cuando entra en juego el error, el equívoco, allí seguro se entusiasmará. También le permitirá crecer. Lleva tiempo, pero es preciso experimentarlo para convencerse de su valor.

-¿Cómo se hace para pensar una didáctica distinta, sobre todo basada en el juego, sin perder la rigurosidad propia de la disciplina?

-Nadie puede enseñar algo que no haya vivido antes, por eso es importante que los maestros experimenten, lo vivan, lo incorporen a su formación. Y esto también cuenta para los estudiantes de los profesorados. Debo ser riguroso con lo que enseño, también feliz, poder disfrutarlo.

-¿Por qué cuesta entender tanto la relación entre la enseñanza escolar de la matemática y los problemas cotidianos?

-Porque la escuela está divorciada del mundo. Hay un discurso escolar que no permite que entre el discurso de la realidad. Un ejemplo de esto es que aún subsiste la discusión de si la calculadora debe usarse o no en la escuela, cuando todo el mundo usa calculadora en la vida diaria, cuando se sabe que la tecnología es algo que no retrocede más. No podemos dejarlas afuera del aula. En todo caso debemos plantearnos qué tipo de problemas. Si los mismos no pierden de vista, además, que estamos formando personas para este siglo XXI.

-¿La geometría es la hermana menor, la Cenicienta, de la matemática?

-No. Pero más que la Cenicienta es la Bella Durmiente, que se durmió por una moda que tuvo que ver con los paradigmas matemáticos de la década de los 60 y 70 donde se le dio más fuerza al álgebra, entre otros temas. Toda la educación matemática llevó entonces el sello de esas tendencias. El huso que le pinchó el dedo fue la moda de la Escuela Francesa, que desplazó, poniendo el acento en otros temas, a la geometría. Afortunadamente ahora en educación matemática las nuevas corrientes le dan fuerza a la geometría. Más porque muchas profesiones se valen de ella. No podría haber ni arquitectos, ni albañiles, ni carpinteros, ni modistas, por ejemplo, sin la geometría.

-Los ejemplos que da están a mano de los maestros, para enseñar en el aula...

-Sin duda. Desde la profesión más sencilla hasta la más compleja, en todas está la geometría: desde ebanistas hasta diseñadores de todo tipo. Pensemos sólo por un instante que una modista tiene un sentido de la geometría que es maravilloso.

-¿Por que eligió la técnica de plegado en papel para su trabajo?

-Simplemente se trata de una búsqueda personal. Me acerqué a la comunidad japonesa, pero siempre que conozco algo nuevo pienso cómo llevarlo al aula. Fue una feliz casualidad que me haya encontrado con origamistas. Gracias a ese mensaje me di cuenta de que hay un mundo inexplorado y maravilloso, muy útil, lindo, bueno y barato. Posible de llevar al aula, donde hay altas matemáticas para poder construir conocimiento y donde debo tener una mente muy clara para poder resolver problemas.

-¿Dónde hay que poner el acento entonces para que no se dé esa ruptura entre el decir y la práctica docente?

-En el acto y en la actitud creativa. Se trata de desarrollar una actitud pensante y eso debo trasladárselo al chico, en el aula. Le servirá para el mañana, cuando deba elegir una profesión. Y esto debe hacerse con placer, crecer y aprendiendo a ser feliz, eso permitirá al chico querer repetir siempre la experiencia. Para esto es preciso que el docente se apoye en su institución, en sus colegas, y que a veces exija un cambio, para no caer luego en contratos falsos donde se hace "como que...".
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"Fácil, útil y barato", así define Stella Ricotti al papel como herramienta para enseñar matemática en el aula.

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