Cuenta regresiva para el juez Fariz en Reconquista

Ayer presentaron la acusación en el Consejo de la Magistratura. En tanto, el despacho sigue acéfalo

El escándalo desatado en el juzgado federal de Reconquista, a cargo de Eduardo Fariz, sigue dando tela para cortar. Ayer se conoció la acusación hecha contra el juez ante el Consejo Nacional de la Magistratura, mientras que un abogado rosarino que defiende a dos de los apresados el pasado fin de semana en una serie de procedimientos antidrogas hechos en esta ciudad denunció la acefalía del despacho y la falta de funcionarios que tramiten la causa en la que están involucrados. Como si eso fuera poco, la nueva autopsia realizada al cadáver del policía que en marzo pasado detuvo a un narcotraficante y que apareció muerto de un balazo 12 horas después de que el imputado fuera sorpresivamente excarcelado, arrojó serios indicios de que no fue un suicidio lo que terminó con su vida, tal cual lo había caratulado la misma justicia. Así las cosas, las horas de Fariz en su despacho parecen haber empezado la cuenta regresiva, máxime teniendo en cuenta que la situación ya ha repercutido en los ámbitos legislativos de la Nación y la provincia con varios pedidos de informes.

Ayer, el diputado sanjuanino Miguel Angel Minguez, elevó el dictamen a la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura solicitando la remoción del juez en cuestión. En el escrito, el legislador sostiene que el pedido de la comisión se basa en "irregularidades en la designación de jueces subrogantes, en varios procesos que se tramitaron en el juzgado, en el manejo para con los imputados, donde se advierten elementos suficientes de que había sugerencias en la designación de abogados defensores y por el acoso laboral a algunos empleados". El martes que viene, el plenario del Consejo deberá evaluar la situación del juez y decidir su futuro. Las denuncias contra Fariz se remontan a diciembre de 2003 cuando el gremio que nuclea a los trabajadores del sector lo acusó por "acoso laboral" en perjuicio de varios empleados a su cargo que "vivieron un verdadero calvario".

El juzgado de Fariz ha sido cubierto en numerosas ocasiones por jueces subrogantes designados entre los matriculados en el Colegio de Abogados de la IV CIrcunscripción provincial. De esos reemplazantes, hay dos al menos que están siendo analizados en sus conductas por hechos cuanto menos oscuros ocurridos en el último tiempo. Uno de los subrogantes fue Ricardo Degumois, quien fue el primero en tomarle declaración a Aldo Ferrero, un narcotraficante cordobés apresado en marzo pasado poco después de que intentara evitar un retén policial en el departamento San Cristóbal. El hombre llevaba una carga de 154 kilos de marihuana y lo apresó el agente Claudio Román Capdevilla, quien prestaba servicios en la Guardia Rural Los Pumas. Este policía declaró ante Degumois, quien tras cubrir el reemplazo pasó a ser el defensor de Ferrero.

Otro juez que subrogó a Fariz fue Hugo Rebecchi, quien a pedido de Degumois otorgó la excarcelación de Ferrero en los primeros días de agosto. Doce horas después de que el narco recuperara la libertad, el agente Capdevilla apareció muerto de un disparo en la cabeza dentro de una camioneta volcada de la policía. La justicia de Instrucción santafesina cerró esa causa como "suicidio", pero las dudas de la familia del policía y las cosas poco claras que ocurrían en el despacho federal, llevaron a que se exhumara el cadáver y se hiciera una nueva necropsia. Según lo publicado por Rosario/12 el pasado lunes, el resultado de ese examen arroja serios indicios de que Capdevilla fue asesinado.

Fue el mismo Rebecchi el que los primeros días de este mes también otorgó la libertad a Ismael Tolosa, un santiagueño de 30 años afincado en el barrio Tío Rolo de Rosario y que había sido apresado en mayo de 2004 cuando transportaba 40 kilos de marihuana disimulada en cajas de tetra break de leche de soja. En el marco de esa causa, que inició Fariz, el pasado fin de semana hubo en Rosario una docena de allanamientos con idéntica cantidad de detenidos. Ayer, Paul Krupnik, defensor de dos de esas personas, denunció que "ante una nueva licencia del juez (Fariz) las indagatorias se hicieron en forma incompleta, sin la presentación de las pruebas y actualmente no hay nadie que se haga cargo del despacho para proveer el pedido de que se cite a declarar a los testigos para dar cuenta de la irregularidad de los allanamientos y mucho menos para responder los pedidos de excarcelación oportunamente planteados". Y se preguntó el profesional: "¿Cómo puede ser que el presunto cabecilla de la causa haya sido liberado mientras que estas personas sospechosamente vinculadas aún estén presas?.

En ese orden, ayer trascendió que la Cámara Federal de Resistencia, de la que depende Fariz, ordenó a la secretaria civil del juzgado (de apellido Ramselles) que asuma el despacho vacante ante la imposibilidad de seguir designando a abogados del foro reconquistense. Pero la funcionaria se negó terminantemente de tomar "ese hierro caliente", como lo definieron colegas del norte provincial.

En este orden, el diputado nacional socialista Eduardo Di Pollina, pidió al Poder Ejecutivo y al Procurador General de la Nación, Esteban Righi, que se promueva la inmediata investigación de lo actuado por el juzgado federal de Reconquista y por su titular, como así también lo hecho por los abogados Ricardo Degumois y Hugo Rebecchi y el fiscal federal Cristian Cavanagh.

Finalmente, el secretario de Derechos Humanos de la provincia, Domingo Pochettino, se sumó a las críticas contra el juez Fariz. "Vemos con profunda preocupación lo que está sucediendo con el funcionamiento del Juzgado Federal de Reconquista, ya que de acuerdo a las denuncias recibidas y los elementos que venimos recabando nos permiten afirmar que estamos ante una situación de sumo desprestigio del tribunal en cuestión por muchos sucesos viciados de sospecha", manifestó ayer el funcionario.