Quiso huir en un tacho de basura, pero lo agarraron

Dentro de un tacho de basura, hecho un ovillo, cubierto de residuos y respirando a través de una manguera como si fuera un precario snorkel. Así encontraron los dos vigilantes de la seccional 26ª a un preso de 22 años cuando retiraron el tacho de basura del penal de Villa Gobernador Gálvez. El joven, quien sintió que el tacho era su mejor opción para ganar la libertad, repitió un intento de fuga que tiene al menos cuatro antecedentes en los últimos años en comisarías rosarinas.

El plan parecía sencillo. Sólo había que estar atento al momento en el que se sacara el tacho de basura. "No hay una rutina en la que todos los días se saque la basura a la misma hora", explicó el comisario Horacio Dimenza. "Dentro del penal lo que se coloca es un tacho de 200 litros cortado por la mitad, que se saca una vez por día en alguno de los controles del penal". El lunes por la noche dos uniformados tomaron el contenedor para sacarlo del penal y lo notaron más pesado que lo habitual. Y cuando vieron una manguera color naranja que salía entre la basura, la fuga de Gustavo Daniel Gómez se desbarató.

"Tenía una manguera que se les había dado a los detenidos para que pudieran cargar el depósito del calefón eléctrico para bañarse. Eso utilizó para respirar mientras estaba cubierto de basura", explicó el titular de la 26ª, quien definió a Gómez como "un preso que tenía buena conducta, no es un pesado". El detenido fue definido como un hombre delgado, de aproximadamente 1,68 metro de estatura. Está detenido en la 26ª por un intento de hurto calificado que está en manos de la jueza Raquel Cosgaya. "Hace tres meses que está en esta comisaría", comentó el oficial. Ahora, el cuadro de situación de Gómez se ve agravado por el intento de fuga en el que entiende el juez Luis María Caterina.