"No hay que permitir que se retrase el dólar"

El economista Daniel Carbonetto elogió la conducción económica y pidió retenciones selectivas

Marcos Cicchirillo / La Capital

El economista y diputado del Polo Social, Daniel Carbonetto, aquel que sonó como el sucesor de Remes Lenicov durante el gobierno de Eduardo Duhalde, antes del arribo de Roberto Lavagna, aseguró que "la conducción económica es excelente" y consideró que "no hay que permitir que se retrase el dólar. Más todavía, dijo que el objetivo debe ser llevar esa divisa al rango de 3,10/3,15 pesos. Al término de una conferencia que brindó en la sede local de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), opinó que se debe modificar en el futuro la estructura de las retenciones a la exportación, en el camino de una concertación que termine con la disputa campo-industria.

-Existe un debate en torno al valor que debería tener el dólar. ¿Cuál es su posición?

-Creo que la conducción económica es excelente. Tengo la sensación que hacia futuro el objetivo tendría que ir hacia los 3,10/3,15 pesos. No hay que permitir que se retrase el tipo de cambio real.

-En las últimas semanas hubo posiciones diferentes entre las entidades del agro y la industria por la vigencia de las retenciones. ¿Qué opina de esta disputa?

-Uno de los dramas de la Argentina históricamente ha sido justamente la pelea entre el campo y la industria. Tiene que haber una concertación, que creo que se está logrando por medio del tipo de cambio alto y retenciones adecuadas, que permiten estabilizar los precios internos. En un principio se tuvo que adoptar medidas globales. Pero ahora se debería abrir un período en el cual se pueda hacer una sintonía fina entre ambos sectores.

-¿Por ejemplo?

-En un futuro ir hacia retenciones selectivas, que dependiendo del valor del dólar varíen hacia arriba o hacia abajo. También dependiendo del producto o incluso hasta por regiones. Las retenciones son un método de planificar la economía, que permite facilitar y promover desarrollos regionales. Por ejemplo, la formación de fondos de desarrollo basados en retenciones como el previsto para el año próximo para las actividades lácteas. La reindustrialización al mismo tiempo es clave. Campo e industria van absolutamente de la mano. El caso típico es el de la maquinaria agrícola. Es imprescindible que Argentina se transforme en un productor de maquinaria agrícola no sólo para nuestro agro, sino que esta sea la base de cara a la exportación. Es posible.

-Usted apoya al actual gobierno y es un defensor de la redistribución del ingreso. ¿Qué opina que justamente sea el gobierno quien busque frenar los aumentos salariales?

-Hay que ser cuidadosos, graduales, porque necesitamos un esfuerzo de inversión muy grande. Creo que con una reinversión acelerada, Argentina consolidará este crecimiento. Esa reinversión tendría que llegar para fines del año que viene al 25% del producto bruto interno (PBI).

-¿Por qué a pesar de que el gobierno implementó medidas para fomentar la inversión, la tasa sigue siendo insuficiente?

-Se está invirtiendo. El gasto de inversión se incrementó ya hasta el 19%, 20%. Es un paso importantísimo, pero es insuficiente para lo que queremos crecer en el futuro. El año que viene probablemente estemos al máximo de la capacidad instalada. Por eso es importante el rol que tiene que jugar el Estado, facilitando instrumentos, para alcanzar los niveles del 25%, que es viable de alcanzar.

-La rebaja del IVA ¿podría ser otro mecanismo para fomentar el crecimiento de las pymes que viven del mercado interno?

-Es una acción que debería sumarse. Creo que en cuatro o cinco sectores fundamentales de la alimentación se podrían conformar una canasta con IVA muy bajo o cero. Hay casos, como México, que tiene un IVA muy alto promedio, pero tiene en cinco o seis productos alimentarios IVA cero. Esto, además de facilitar la reinversión fomentando el consumo, atacaría también de frente el problema de la nutrición.

-Desde algunos sectores plantean el problema de la inflación. ¿Es para preocuparse o es mucho de expectativas?

-No es para preocuparse. Nosotros tenemos apenas una inflación del 9 al 10%, totalmente manejable. Es lógico tenerla, no hay que olvidar que venimos de reajustes generales de precios relativos.

-¿Entonces por qué se avivan esos fantasmas?

-Bueno, hay sectores que avivan tantos fantasmas, que dicen cosas como, por ejemplo, poner el dólar a 2,50. Plantear esto a esta altura es realmente, después de las experiencias vividas, no tener sentido común. Por suerte el país tiene más sentido común que otros momentos y una buena dirección política presidencial. Por lo que creo que no corremos riesgos de una revaluación del peso.

Carbonetto pidió terminar con la disputa campo-industria.