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 miércoles, 24 de agosto de 2005  
Cansancio docente

Escribo desde el hartazgo que me produce el sistemático ataque que sufrimos los docentes con respecto al ausentismo por enfermedad. El Ministerio de Educación y los organismos que dependen de él no dejan pasar oportunidad para reiterar que desde que se derogó el descuento del presentismo cuando la causa es enfermedad hacemos abuso de este "privilegio". Tengo 23 años de antigüedad en la docencia y jamás, existiendo o no el presentismo, fingí estar enferma ni solicité licencia para atender a un familiar cuando la causa no era real. Por eso escribo desde el cansancio. A todos aquellos funcionarios que tienen la prerrogativa de aparecer casi a diario en distintos medios de comunicación insistiendo con este tema quiero hacerles una pregunta: ¿en qué artículo de la Constitución nacional está escrito que no puedo enfermarme y que no puedo atender a mis familiares directos? Pido disculpas por el sarcasmo, pero como enuncié al principio escribo desde el hartazgo. Por otra parte, si afirman con tanta seguridad que muchas de las licencias no son reales hago una humilde sugerencia que tal vez no se les ocurrió: ¿y si en lugar de ensañarse con los docentes honestos y tirar con munición gruesa constantemente implementaran un sistema de auditoría para verificar los casos de enfermedad? Así podríamos terminar de una vez con este tema y pasar a lo que realmente debería interesar a todos: las grandes deficiencias por las que atraviesa la educación desde la implementación de la ley federal, porque todo lo antedicho me suena a distracción para tapar la ineficiencia de ciertos funcionarios. A mis compañeros docentes que también se sienten maltratados injustamente: si estamos haciendo las cosas como se deben les demostraremos que la razón está de nuestro lado. Como decía una vicedirectora de mi escuela: al que le quepa el sayo, que se lo ponga.

Angela Acosta, DNI 16.060.254


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