Pese a los problemas físicos, Petaco no se rinde

Carbonari quiere seguir intentando y quedarse en Central

Gustavo Conti / Ovación

Mala pata. Ninguna frase hecha resume mejor la situación de Horacio Angel Carbonari, acaso uno de los últimos grandes símbolos de Rosario Central. Una lesión por aquí y una lesión por allá conspiraron sin miramientos contra él para que no pueda aportar toda su experiencia al servicio de un equipo que, quedó demostrado, la necesitaba con creces en momentos en que empezó a flaquear. Sin embargo, Petaco no se rinde. Aunque le pasa recurrentemente por la cabeza la idea de bajar los brazos, siempre internamente dice "no" y vuelve a empezar. Confía en que tiene soga para tirar de ella y se ve jugando, más allá de que ahora deba superar un nuevo problema muscular.

"Estoy esperando que el doctor me dé la orden de realizar trabajos más intensos. No me quiero apurar pero espero en dos semanas practicar de nuevo con el plantel", dijo el defensor canalla, luego de hacer sólo caminatas por Palos Verdes.

-¿Cuál es la sensación ante este nuevo inconveniente? ¿Bronca, impotencia?

-Son cosas que pasan. Trato de no hacerme la cabeza porque sufrí mucho el año pasado con la rodilla. Son rachas y trato de estar bien, creo que así me recupero mejor. Lo feo es que te tenés que parar y te cuesta arrancar de nuevo y practicar solo, pero voy a seguir luchando para jugar aunque sea en la reserva o en la dos últimas fechas. Si no es así, aunque sea quiero ponerme bien para cuando llegue junio ver qué pasa.

-¿Y qué es ese "ver qué pasa"? ¿Seguir en Central, cambiar de club, dejar el fútbol?

-Casi todos los días me replanteo si seguir jugando, pero no llego a nada. Sería una decisión difícil, que se me pasaba por la cabeza cuando se me inflamaba la rodilla. Ahora estoy bien de eso, quizás porque no juego. Me queda un mes largo para decidir, ver qué opciones hay y ahí tomar una determinación. Por supuesto que lo más me gustaría es quedarme, pero lo principal es ponerme bien.

-La sensación en tus palabras es que tenés ganas de seguir jugando.

-Sí, por supuesto. Claro que las lesiones te complican la cabeza, pero por el momento quiero jugar, quizás un año más y ver qué ocurre con la rodilla, que es mi mayor inquietud. Ahora bajé varios kilos, en comparación con años atrás y en este tiempo que me lesioné de otras cosas es como que la rodilla descansó, y deseo que se mantenga así porque quiero seguir. Igual, tengo que estar bien, porque jugué mucho tiempo a media máquina.

-¿Te pesa la rutina del entrenamiento?

-A veces te tira no ir, pero una vez que llegué al lugar de entrenamiento se me va todo, sobre todo cuando estoy bien. Hubo un tiempo en este torneo que me encontraba bárbaro y eso me hace pensar que puedo estar.

-Dijiste que en un momento estuviste muy bien. ¿Te dio bronca que el cuerpo técnico no te tuviera en cuenta ahí?

-Son decisiones del técnico y las tengo que aceptar. Lógicamente que estaba recaliente porque creía que estaba bien pero por suerte en ese momento no largué la bronca. Además, ¿cómo puedo enojarme con don Angel? Si él lo decidió así en ese momento, por algo fue. Igual, me volví a lesionar y nunca estuve mucho tiempo bien.

-Le erraste el momento. Ahora seguro que hubieras jugado.

-Bueno, pero no significa que porque juegue vamos a ganar. Sé que puedo aportar algunas cosas pero si no anda bien el equipo en general, uno no puede salvar a nadie. Cuando fallan dos o tres, como está el fútbol hoy, te pasan por arriba. Y en Central lamentablemente tuvieron problemas personales varios chicos, que venían bárbaro y eso descompaginó todo. Fijate que venían jugando siempre los mismos, y eso era muy importante, pero pasó eso y creo que en general todos nos asociamos mentalmente a los problemas de ellos. Pero no nos podemos quejar. Con o sin hombres de experiencia, la campaña es muy buena y sólo nos quedan sumar puntos para entrar a las copas.

-Igual, uno tiene la impresión de que cuando empezaron esos problemas anímicos por cuestiones personales, era más que necesaria la presencia tuya o la de Chamot.

-Bueno, pero tanto el Flaco como yo hablamos mucho con ellos todos los días. Además, creo que es que un problema de fe, de mentalidad ganadora siempre y es lo que tratamos de inculcarles a los chicos. Igual, no somos magos tampoco (risas).

-Decías que no te hacés la cabeza, pero ¿imaginás que el hincha se pregunta qué es de vos?

-Sí, pero no puedo ponerme en la mente del hincha. Igual, la gente en general me demostró mucho afecto pese a que no estuve en este torneo. En eso soy un agradecido y creo que esa demostración es porque saben que, bien o mal, siempre dejo todo por esta camiseta.