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 miércoles, 27 de abril de 2005  
Caso Fernanda: Buscan rastros en el pozo de agua de un campo

Paraná.- Policías y bomberos iniciaron hoy la búsqueda de rastros de Fernanda Aguirre en un pozo de agua de un campo de la localidad entrerriana de San Benito al que, según un testigo, la adolescente fue llevada por la fuerza hace nueve meses por el principal acusado del secuestro, el fallecido delincuente Miguel Angel Lencina.

Fuentes vinculadas a la pesquisa informaron que las tareas comenzaron esta mañana, cuando los efectivos policiales y de bomberos comenzaron a excavar un viejo pozo de agua ubicado en un campo vecino al cementerio de San Benito, sobre la misma calle por la que aparentemente Fernanda caminaba cuando fue interceptada el 25 de julio pasado.

Los pesquisas llegaron hasta allí a raíz del testimonio de un sobrino de Lencina, quien declaró en la causa que su tío lo hizo iniciarse sexualmente con Fernanda, tras lo cual lo obligó a retirarse y metió a la chica en una tapera de ese campo.

Siempre según ese testigo, uno de los primeros en declarar al inicio de la investigación, ese día Lencina ató a la chica a un árbol y la violó, tras lo cual lo hizo iniciarse sexualmente a él.

El sobrino recordó que luego Lencina le dio 10 pesos y le dijo que se fuera, ya que "él se iba a encargar de la chica", de quien nunca más se tuvieron noticias.

Fernanda Aguirre tenía 13 años cuando fue secuestrada el 25 de julio último en momentos en que caminaba hacia su casa desde el puesto de flores que sus padres tienen en inmediaciones del cementerio municipal de San Benito.

Por el hecho, la policía arrestó poco después a Lencina, quien purgaba una pena de 20 años de prisión por dos asesinatos y ese día estaba libre por un permiso judicial para visitar a su familia.

Pero el sospechoso fue hallado ahorcado días después de ser detenido en la seccional quinta de Paraná, en lo que la Justicia calificó como un suicidio.

La única detenida por el hecho es la viuda de Lencina, Mirta Chaves, a quien se le adjudica haber realizado los llamados extorsivos para que los padres de Fernanda pagaran 2.000 pesos de rescate por su liberación. (Télam)
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