Preso quedó imputado por un trágico secuestro

Lo acusan de comandar desde la cárcel la captura de un despachante de aduanas que fue asesinado

Buenos Aires. - Un preso de la cárcel de Ezeiza quedó ayer acusado de ser el líder de la banda que privó de la libertad y asesinó al despachante de aduanas Facundo Azulay, como el autor de los llamados extorsivos y quien decidió secuestrarlo cuando la víctima fue a pagar un rescate por un secuestro virtual.

Se trata del recluso Ramón Alejandro Godoy, de 22 años, quien se convirtió en el quinto detenido por el caso cuando la policía bonaerense allanó su celda en la cárcel de Ezeiza por orden de la justicia federal.

Los pesquisas están convencidos de que Godoy comandaba desde la cárcel una banda dedicada a los secuestros virtuales que tenía apoyo externo de amigos y familiares. Un jefe policial reveló que la versión difundida por el ministro de Seguridad bonaerense León Arslanián, respecto a que la muerte de Azulay se produjo en forma accidental cuando uno de los delincuentes jugaba con un arma y se le escapó un tiro, "fue corroborada por un testigo de identidad reservada".

Las fuentes contaron que el allanamiento en el penal de Ezeiza en poder de Godoy se encontraron anotaciones con números de teléfono y tarjetas de pulsos telefónicas -generalmente cobradas como rescate en los secuestros virtuales-, que podrían comprometerlo en la causa.

Los voceros del SPF informaron que Godoy, de 22 años, cumple una condena de tres años y seis meses de prisión por tentativa de robo calificado y tenencia de arma de guerra, y no tiene antecedentes por secuestros extorsivos. Es primo hermano de Mauro Godoy, el cuarto integrante de la banda apresado ayer en San Justo, según confió un comisario. Los otros tres detenidos son Adriana Soria, de 38 años, Vanina Valderrama, de 24, y un joven apodado "Johnny" que dice tener 17 años, aunque la policía sospecha que es mayor. Respecto a los prófugos, las fuentes aseguraron que aún resta detener a tres hombres, entre ellos el autor material del disparo, y un mujer, que sería la pareja del preso Godoy.

Azulay se convirtió en la primer víctima de un secuestro virtual y en el cuarto secuestrado que termina asesinado por sus captores, como sucedió en los últimos años con Diego Peralta, Juan Manuel Canillas y Axel Blumberg.

El despachante de aduanas recibió el jueves pasado en su oficina del barrio porteño de San Telmo una llamada telefónica en la que le advertían que habían secuestrado a un familiar suyo, pese a que se trataba de una farsa.

Azulay, de 35 años, fue al encuentro de los delincuentes en su automóvil Fiat Siena y la presunción de los investigadores es que al verlo bien vestido y con un buen auto, transformaron lo que era un secuestro virtual en uno real, lo capturaron y lo llevaron a una casilla de la villa Las Antenas de La Matanza.

Los captores se comunicaron con su socio, Mario Paladino, le pidieron un rescate de 10 mil pesos. Paladino entregó el rescate en el barrio porteño de Mataderos, los captores prometieron liberar a su socio en 20 minutos, pero Azulay apareció con un balazo calibre 38 en la cabeza.