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 domingo, 13 de febrero de 2005  
Asesinaron en Brasil a una misionera estadounidense

Una monja estadounidense de 74 años fue asesinada ayer en la selva amazónica de Brasil, donde trabajó durante décadas defendiendo los derechos humanos y el medio ambiente a pesar de las continuas amenazas de muerte.

Dos hombres armados dispararon contra la misionera Dorothy Stang en un aislado asentamiento de campesinos sin tierra en medio de la selva, a 50 kilómetros de la ciudad de Anapu, en el estado de Pará, informaron la policía y compañeras de la fallecida.

"Dos hombres han sido identificados, y hay otras personas involucradas. Hay también testigos que serán protegidos", dijo el ministro de Derechos Humanos Nilmario Miranda en una entrevista por la televisión nacional. El funcionario utilizó la palabra "pistoleiro", usada en Brasil para describir a los sicarios.

El gobierno de Brasil comparó el asesinato de la religiosa activista, que había ganado premios por su tarea, con la del legendario Chico Mendes, quien fue asesinado en 1988 y se convirtió en mártir de la lucha para salvar la selva tropical y proteger a su gente.

El presidente Luiz Inacio Lula envió a ministros y equipos de policía para encabezar la búsqueda de los sospechosos y la investigación pertinente.

Stang, cuyo nombre estaba en una lista de defensores de derechos humanos que podrían ser asesinados, había advertido a Miranda que ella y algunos de sus compañeros recibían continuas amenazas de muerte.

Stang, que vivió en Brasil por más de tres décadas, había aceptado las amenazas como parte de su tarea: proteger a los campesinos sin tierra y reportar los abusos a los que los sometían los especuladores, los trabajadores forestales ilegales, y los grandes hacendados.

En 2002, Stang le contó a la revista estadounidense Outside los riesgos cotidianos de su trabajo.

"Las compañías forestales trabajan con una lógica de amenazas. Ellos elaboran una lista de líderes, y luego un segundo movimiento aparece para eliminar a esa gente", declaró Stang a la revista. "Si yo llego a recibir una bala nosotros sabemos exactamente quien lo hizo". (Reuters)
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Dorothy Stang tenía 74 años.

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