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 domingo, 16 de enero de 2005  
"No debemos dormirnos, tenemos que mejorar la infraestructura turística"
Nyffenegger está convencido de que la ciudad debe explotar su perfil cultural y como organizadora de eventos

Adrián Gerber / La Capital

Sobre su escritorio se apilan folletos, guías y revistas de turismo. Se lo nota distendido cuando habla, pero mide cada palabra antes de responder y cada tanto se frota la barba. Juan Nyffenegger tiene 52 años y una trayectoria laboral ligada en su totalidad al turismo, más precisamente a la actividad aerocomercial, de la cual se considera "un experto". Es que se desempeñó durante 28 años en distintos puestos gerenciales de Aerolíneas Argentinas y también trabajó un año en Southern Winds. Es bonaerense, nació en Tigre, pero se autodefine como "rosarino por adopción", ciudad en la cual se radicó por primera vez en 1986 cuando asumió la gerencia de la sucursal de Aerolíneas.

Antes de que el intendente Miguel Lifschitz lo designara titular del Ente Turístico Rosario (Etur) su trayectoria política era nula. Sus allegados dicen que al principio se enfurecía con los tiempos de la función pública, pero ya le tomó el pulso.

En una entrevista con La Capital en su despacho del Etur (avenida Belgrano y Buenos Aires), Nyffenegger admite que durante años Rosario perdió el tiempo intentando seducir al llamado turismo de sol y playa, cuando en ese rubro debe competir en desventaja con muchos otros lugares del país. Sostiene que el río es un atractivo más de la ciudad, pero que el perfil que debe explotar es el cultural y urbano.

"Durante este año de gestión hemos tratado de aprovechar el posicionamiento que ya tiene la ciudad en el país -explica-. Rosario es una marca. Y por eso siempre hay que ver qué significa esa marca en la mente del potencial consumidor. En un mercado como el de Buenos Aires, que tiene entre 12 y 14 millones de habitantes, Rosario se posiciona como una ciudad muy cultural. Entonces hay que respetar esas imágenes. A Rosario no se la identifica con el río, las playas y las islas. Buenos Aires no sólo está cerca de la costa atlántica, sino que tiene a un paso todo el Delta del Paraná con un paisaje y entorno natural muy parecido al de acá. Por lo tanto, sin dejar de aprovechar y explotar el paisaje natural, el fuerte de Rosario es Rosario en sí misma, con todo lo que significa eso: el aspecto cultural, su arquitectura y a la vez una ciudad muy vivible".

-¿Cuál es el tipo de turismo que tendría que explotar Rosario, el convencional o el ligado a la realización de eventos?

-No hay que dejar de lado nada. Pero el fuerte de Rosario, y por el que venimos trabajando, es el de ciudad organizadora de congresos, ferias y convenciones. La ciudad está muy preparada para la recepción de este tipo de turismo por su posición estratégica y por su condiciones de ciudad que presta servicios de muy buen nivel. Además, este turismo deja mucho más dinero que cualquier otro tipo de turismo. No obstante, también hemos tenido éxito con los fines de semana largos.

-¿Cómo está posicionada Rosario a nivel nacional en el ránking de organización de eventos?

-Estamos peleando el segundo puesto con Córdoba y Mar del Plata. En el 2004 nos ha ido muy bien. En el ambiente turístico se comenta mucho la trascendencia que ha tenido Rosario el año pasado.

-¿Y este año cómo viene el calendario de eventos en la ciudad?

-Ya hay muchos congresos programados y de nivel, como el de física. Este año creo que será aún mejor que el 2004.

-¿Y cuáles son las debilidades de Rosario como ciudad turística?

-No nos tenemos que quedar dormidos. Debemos mejorar la infraestructura turística, la oferta hotelera, los sitios donde se realiza este tipo de eventos. Todo lo que venimos haciendo lo hacemos con una capacidad de oferta ociosa producto de inversiones anteriores. Evidentemente la inversión en servicios se paralizó durante la recesión que comenzó a fines del 99. Ahora, este crecimiento de la demanda, que se dio mucho en el segundo semestre de 2004 cuando la capacidad hotelera estuvo colmada, tiene que estar acompañado de un mejoramiento de las inversiones en relación a la actividad. Si esto no ocurre vamos a empezar a rechazar eventos.

-¿Cómo puede ser que la ciudad aún no tenga un hotel cinco estrellas, ni ninguno frente al río?

-Es que la mayoría de los terrenos costeros son públicos, no sólo municipales, sino también provinciales y nacionales. Las cadenas de hoteles de importancia están buscando acceder a Rosario, pero ven como una alternativa muy positiva que esas inversiones se hagan frente al río. Sería un atractivo muy fuerte tener un hotel cinco estrellas sobre la costa, porque daría no solamente para explotarlo desde el punto de vista de viajeros de negocios, sino como entretenimiento, de descanso, como alternativa de spa.

-¿Qué les llama más la atención de Rosario a los turistas?

-Fundamentalmente los espacios verdes que tiene la ciudad en un entorno natural tan poderoso y fuerte como el río Paraná y sus islas. Y eso lo vemos mucho en el turismo extranjero, que está viniendo bastante. La cantidad de espacios verdes, la calidad, cómo están predispuestos y cómo los disfruta la gente. También se sorprenden por la actividad cultural, la arquitectura y la cordialidad del rosarino. Lo abierto que es el rosarino, cómo los trata, la predisposición que pone en todos los aspectos. Eso es fundamental, si nos comparamos en ese aspecto con Buenos Aires le llevamos una ventaja enorme.

-¿Y de qué se queja el turista que llega a la ciudad?

-No hay un tema en general. Como cualquier consumidor puede estar disconforme con algún lugar, con un restaurante que lo atendió mal o un hotel que no le prestó los servicios adecuados, pero no es masivo. Y nos llama mucho la atención eso, no recibimos grandes quejas.

-Las peatonales son unos de los lugares de mayor circulación de visitantes, ¿cómo puede ser que el Etur no tenga allí un puesto de información?

-Hay un proyecto en ese sentido, pero va de la mano de un plan de reciclado de las peatonales. Tampoco es necesario tener 14 puestos de información turística. Tenemos una página en Internet muy activa (www.rosarioturismo.com) e informamos en el propio Etur y en la Terminal de Omnibus. Atendemos entre 2 mil y 3 mil turistas por mes, y ninguno protestó por la cantidad de puestos de información.
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Nyffenegger lamenta que durante años Rosario haya apostado al "turista de sol y playa".

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