El Congreso se metió entre la gente y Rosario parece otra

Un clima de participación contagia a la ciudad, que se suma a las actividades paralelas al evento

Marcelo Castaños / La Capital

Rosario parece otra. En la segunda jornada del Congreso Internacional de la Lengua Española otra vez la gente se volcó de lleno sobre la agenda cultural propuesta. El Patio Cívico del Monumento Nacional a la Bandera se llenó ante un sorprendente espectáculo multimedia, el teatro Broadway desbordó para escuchar al escritor nicaragüense Ernesto Cardenal y hasta escritores como José Saramago, Ernesto Sábato y Tomás Eloy Martínez se mezclaron con el público en una conferencia. El megaencuentro exhibió el Diccionario Panhispánico de Dudas y el debate entre congresales se coló en las distintas sedes. En marcha.

Ayer se debatió, y mucho. El poder de la palabra, la normatización del lenguaje oral y escrito, la necesidad de una educación bilingüe, la unidad y la diversidad de la lengua, la creación literaria, la identidad lingüística, la constitución de una lengua en las regiones inmigratorias fueron algunos tópicos que se desarrollaron en el teatro El Círculo y en los túneles y salas del Complejo Cultural Parque de España. Discusiones con distinto grado de entendimiento, pero todas enriquecedoras, a juzgar por el testimonio de los participantes.

Y ayer también se disfrutó de la ciudad. La charla de Ernesto Cardenal en el Broadway, el espectáculo multimedia montado en el Monumento y las actividades paralelas que se desarrollaron en distintos lugares hicieron que se repitiera la postal de rosarinos volcados a la calle. Una vez más, la ciudad vivió a ritmo desacostumbrado, participativo y entusiasta.


Modelo en escala
La jornada empezó con un plato esperado: la presentación local (ya se había presentado en España) del Diccionario Panhispánico de Dudas, producto de un trabajo realizado por las academias de letras de España e Hispanoamérica durante cinco años, que despeja 7 mil dudas sobre el idioma.

Por la mañana también fue convocante la sesión plenaria que el público acompañó con atención. El tema: Identidad y lengua en la creación literaria. Los participantes: el nicaragüense Ernesto Cardenal, el mexicano Gonzalo Celorio, el español José María Merino y el argentino Juan José Sebreli. Allí, la idea de pureza del lenguaje fue tema fuerte de charla. Aunque con matices, el panel insistió en general con la idea de la identidad que reconoce la diversidad, y Ernesto Cardenal fue taxativo al advertir que las lenguas están hechas de extranjerismos y que cuando se pierde una lengua se pierde "una visión del mundo".

La temática se siguió debatiendo a través de los distintos paneles, que discutieron sobre el camino de la norma, la tradición cultural y la identidad lingüística, el español y las comunidades indígenas, el castellano y las otras lenguas de España, las migraciones, la lengua y la identidad, entre otros temas.

En el panel "El largo camino de la norma", por ejemplo, se armó una rica discusión entre el alemán Wulf Oesterreicher y Nora Mugica, ya que el primero planteó tres grandes estándares del castellano en América (Buenos Aires, México y las Antillas), y la rosarina lo cuestionó por reducir la Argentina a una sola zona lingüística.

La discusión sobre identidad nacional y creación literaria tuvo, por su parte, un final brillante, cuando los escritores se soltaron, contaron sus lecturas de infancia y juventud matizadas con anécdotas personales risueñas y atractivas. Un clima cordial, cálido, por momentos hilarante.

Mientras tanto, los rosarinos se lanzaban a comprar masivamente la edición especial del Quijote, que cerca del mediodía se había agotado, lo que obligó a las librerías a pedir con urgencia más ejemplares a Buenos Aires.


Día inmejorable
Un día inmejorable de sol ayudó a la jornada, y los organizadores estaban exultantes. "Todo está funcionando de maravillas", dijeron desde el Cervantes, donde ponderaron la belleza de la ciudad (ver aparte).

Después, Cardenal llenó el Broadway de participantes ávidos de escuchar su charla con el poeta argentino Jorge Boccanera.

Y por la noche, el Monumento volvió a ser una fiesta. Las escalinatas del Patio Cívico se abarrotaron de espectadores que se acercaron a disfrutar de la puesta multimedia de Chiqui González que combinó música, actuación e imágenes en pantalla gigante, con las voces de Jairo, Lito Nebbia y la guitarra de Juan Falú. Broche de oro para una jornada donde la lengua tuvo la palabra.

El medio del ritmo urbano, la gente disfruta una muestra en la explanada del parque España.