El anuncio suicida

En un escrito que está fechado en su computadora el 8 de octubre, ocho días antes del desastre, Sebastián Zanuzzi recuerda varias cosas y hace un presagio suicida. Dice haber sido un joven con bastantes objetivos en la vida, con un empleo satisfactorio y prometedor. También alude a que los primeros meses de su vida en Porto Alegre fueron los mejores de su vida.

Pero no demora en mencionar problemas de relación, especialmente con su suegra, además de otros derivados de su desempeño en la empresa del padre de Sharon. En esa enumeración de quejas, Sebastián afirma que no le gustaban las peleas, "mucho menos las familiares". Asegura estar desdichado y deprimido y advierte que "todo ser humano tiene un límite y el mío lamentablemente llegó a su fin. Según dijo el delegado policial Herbert Ferreira al diario portoalegrense Correio do povo, la carta pudo haber sido escrita para "explicar" los homicidios que cometería después. El abogado del acusado, Lucio de Constantino, la carta demuestra a "alguien en un proceso lamentable" y afirmó que pretende extraer de allí elementos para su defensa.