La pelea. Crucial sesión en el Senado para definir el futuro del sistema electoral en Santa Fe

El PJ busca unificar iniciativas para derogar hoy la ley de lemas

Gana terreno el proyecto Traferri, que pretende mantener la polémica norma en ciudades pequeñas

Jorge Sansó de la Madrid / La Capital

El bloque de senadores del PJ comenzó anoche un trabajoso juego de equilibrio que intentará definir hoy, a las 10.30, cuando se volverían a reunir para definir el nuevo sistema electoral.

Pasadas las 21 de ayer, los 15 integrantes de la bancada oficialista concluyeron la reunión en la que se analizaron las alternativas y los escenarios posibles que podrían darse en la sesión de la fecha con tres promesas y una certeza: volver a reunirse hoy (por lo que hay que dar por postergada la Asamblea Legislativa prevista para las 10), intentar la exploración del consenso interno más extendido posible y tratar de que el debate no vuelva a postergarse.

Pese al hermetismo que se juramentaron frente a la prensa, algunos no resistieron la tentación de afirmar con énfasis que en caso de llegarse al recinto para votar si se deroga o no el actual sistema electoral, cualquiera sea la combinación de variantes que se dé, habrá una que impedirán: el empate. "La vicegobernadora no tendrá que desempatar nada", se escuchó decir a alguien que no quiere ver el laurel colgado al cuello de la segunda de Jorge Obeid.

En la discusión intramuros del oficialismo, los proyectos en danza siguen siendo dos, los que, paradójicamente se denominan muy parecidos. El de internas abiertas, simultáneas y con doble voto acumulativo, presentado oportunamente por el senador Raúl Gramajo, con siete votos en su respaldo. Y, el que llegó con media sanción de Diputados, cuyo origen es la Casa Gris, de primarias, abiertas, obligatorias y simultáneas que -según calculan los más optimistas- recibiría la aprobación de los restantes ocho senadores del bloque del PJ.

Ahora bien, mientras el proyecto Gramajo (pese a las recurrentes explicaciones de su autor) es considerado como una mera reforma a la ley de lemas, el proyecto enviado por Obeid no es precisamente el que tienen en mente los ocho senadores oficialistas que se dicen dispuestos a votarlo: le introducirían modificaciones.

Basándose en la esencia del sistema legislativo bicameral en el que la Cámara de origen remite a la otra un proyecto para que sea revisado y, de considerarse necesario, reformularlo, los senadores Héctor Ocampo y Armando Traferri -tal como adelantara semanas atrás La Capital- propusieron una serie de modificaciones al proyecto de la Casa Gris. De allí que ellos nieguen la autoría de un tercer proyecto oficialista, y cuando se pregunta quiénes defienden la iniciativa de Obeid levanten la mano.

Pero en la Casa Gris no parecen ver con los mejores ojos el comedido trámite. De hecho algunos obeidistas han puesto el grito en el cielo afirmando que las reformas desnaturalizan su idea.

Las reformas que se introducirán al proyecto de Obeid se pueden resumir en tres puntos principales: primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias para elegir los cargos de gobernador y vice, diputados y senadores provinciales; lemas para la designación de intendente y concejales en los municipios de segunda categoría y en comunas, y reconocimiento de autonomía electoral a los municipios de primera categoría.

De este modo, las ciudades de Rosario y Santa Fe deberían darse a través de sus respectivos concejos municipales sus propios regímenes electorales para la elección de sus intendentes y concejales.

Si el proyecto de Traferri se presentase como una novedad absoluta respecto a la iniciativa votada en Diputados necesitaría contar con los dos tercios del cuerpo para su aprobación, es decir quince votos. En cambio como modificaciones al proyecto Obeid, la votación se terminará resolviendo por simple mayoría y será éste el elemento decisorio.

Si bien en la mañana de hoy los peronistas ensayarán a puerta cerrada el intento de llegar al recinto con un único proyecto (entre las alternativas no se descartaba anoche una votación en el propio bloque). Si ello no fuera posible ingresarían con las dos iniciativas antes descriptas, que se suman a la oportunamente presentada por la bancada radical.

En esta hipótesis, el proyecto Gramajo obtendría los siete votos de quienes lo firman. El de Obeid, con las reformas de Ocampo y Traferri, los ocho restantes del universo peronista. Los radicales, presumiblemente, voten el suyo. Con lo que los dos votos socialistas adquieren una especial relevancia.

No faltó anoche quien recordara que han sido las senadoras socialistas las que han venido pujando por otorgar preferencia al tratamiento de proyecto Obeid (carecen de uno propio), pero tampoco quienes preguntaran si ambas se negarían a votar la derogación de la ley de lemas para cargos provinciales y la autonomía para Rosario. Suponiendo que éstas optasen por la tercera alternativa posible, que es la abstención, la mayoría requerida para que alguno de los tres proyectos en danza termine aprobado sería de apenas un voto. Pero esta es sólo una de las hipótesis.


Un final incierto
"¿Está asegurado el tratamiento mañana (por hoy)?", preguntó anoche La Capital. "En principio sí aunque todo puede pasar", fue la respuesta obtenida.

Obeid ayer pasó por Rosario y manifestó: "Sigo siendo partidario de que se sancione el mensaje del Ejecutivo que aprobó Diputados, con algunas modificaciones, por absoluta mayoría".

Con relación al pedido de la oposición de que convoque a un plebiscito si la cuestión no se aclara, expresó: "Pienso lo mismo que pensaba hace 15 ó 20 días, cuando dije que no descartaba el plebiscito, aunque parece que algunos me copian, como una forma de escuchar la posición de los ciudadanos".

A la espera. Las iniciativas de Gramajo y Traferri dividen voluntades en el oficialismo.