Accidentada huida de cuatro ladrones tras robar 27.000 pesos en Echesortu

Se fugaban en dos motos, una se rompió y sus ocupantes se apoderaron del auto que manejaba una mujer

Cuatro hombres robaron ayer a mano armada al menos 24.000 pesos y 800 dólares del comercio mayorista Air Computación, en horas del mediodía, en el barrio Echesortu. A tres cuadras de allí, la avería de una de las dos motos en las que escapaban obligó a dos de los delincuentes a abandonarla. Entonces interceptaron un auto, hicieron descender a su ocupante y continuaron la fuga. Quince minutos después dejaron ese vehículo en un pasaje de la zona y se perdió su rastro en medio de dos versiones: hay testigos de que huyeron en una camioneta que los esperaba y otros aseguran que se fueron caminando. La policía trabajaba ayer en algunas pistas firmes para atrapar a los maleantes que, se especulaba, "serían de esta zona", deslizaron fuentes policiales.

Eran las 13.30 cuando dos hombres ingresaron con armas de fuego al local de Air Computación, de Carlos Airoldi, en San Nicolás 1460. Tras reducir rápidamente a un custodio a punta de pistola y obligar a empleados y clientes a arrojarse al suelo, cruzaron el mostrador hacia el sector de cajas, donde cargaron el dinero en bolsas. Respecto del monto robado, el titular de la comisaría 6ª, Oscar Rendo, afirmó que tras realizarse un arqueo de las cajas del comercio se evaluó un faltante total de 24 mil pesos y 800 dólares. En este sentido, desmintió otra versión policial que hablaba de un total de 60 mil pesos. Los titulares del negocio evitaron hacer declaraciones a la prensa.

Un empleado de Air que trabajaba en el fondo del local pudo llamar al Comando Radioeléctrico sin ser detectado por los delincuentes para advertir que se estaba produciendo el atraco. Pero éste fue tan rápido -se calcula que no tardó más de cinco minutos- que los móviles policiales no pudieron llegar a tiempo. "Si hubieran demorado diez minutos, o tal vez menos, los atrapábamos ahí", confió un fuente de esta repartición.

También vestidos de negro y con gorras, dos cómplices esperaban a los ladrones para escapar en dos motos tipo enduro. Una de ellas tuvo problemas para arrancar y eso habría sido advertido por algunos empleados de la empresa asaltada, que salieron a perseguirlos. Los ladrones realizaron entonces unos disparos al aire a modo de disuación y los jóvenes volvieron a refugiarse al local. No se sabe si los tiros fueron hechos con sus armas o con un revólver calibre 38 que robaron a un custodio del local.


Versiones
Según fuentes de la comisaría 6ª, los dos ladrones que iban en la moto descompuesta decidieron abandonarla a tres cuadras del lugar, en 9 de Julio al 3300. Allí interceptaron un Renault Twingo y encañonaron a su conductora para obligarla a bajarse. Una versión sostiene que un policía que circulaba casualmente por allí en su auto particular habría intentado seguirlos, pero sin éxito.

Minutos después la policía secuestró la moto abandonada en esa cuadra, donde la mujer -una joven de 26 años de origen canadiense radicada desde hace una década en el país- denunció que le habían robado el Twingo, perteneciente a un amigo suyo que se lo había prestado para un trámite, señaló una fuente del caso.

Unos quince minutos después el auto sustraído apareció en el pasaje Noruega, ubicado en Vera Mujica al 1500, a pocas cuadras del lugar. Allí, una versión aportada por el Comando Radioeléctrico según testimonios de vecinos indica que una o dos personas más habrían estado esperando a los maleantes para escapar en una camioneta 4x4. Sin embargo, al cierre de esta edición el comisario Rendo sólo contaba con un testigo de que aseguraba haber visto a los dos maleantes, vestidos con camperas negras, estacionar el auto "muy tranquilos" e irse caminando por Vera Mujica hacia el sur.

Tanto el auto como la motocicleta abandonada fueron sometidos a peritajes. El Renault "estaba intacto", según Rendo, aunque con manchas de sangre que no pertenecen a la conductora, por lo cual se los atribuyó a alguno de los ladrones, aunque descartó que fueran heridas de arma de fuego porque "nadie les disparó".

Al cierre de esta edición la policía trabajaba en "pistas firmes" para atrapar a los delincuentes. Si bien prefirieron no adelantar datos, la moto abandonada aportaría algún indicio sobre la identidad de alguno de los ladrones, que serían de esta zona.

Cuatro ladrones armados entraron a la firma.