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 jueves, 08 de julio de 2004

Puede prescribir una de las causas contra Pira
Su defensa cree que debe cerrarse el trámite de homicidio culposo de Celeste Haiek. El juez dice que no

La causa por la muerte de Celeste Haiek, una de las dos jóvenes atropelladas por el prófugo Sebastián Pira en marzo de 1997, podría prescribir si prospera un pedido de la defensa del joven que evadió a la Justicia por segunda vez hace tres años. El que podría cerrar es el expediente en el que Pira está imputado de un homicidio culposo, es decir sin intención. La causa por la muerte de la otra chica, Daniela Caruso, sigue en pie porque se trata de un delito más grave: un homicidio simple por el que Pira debería estar en prisión.

El pedido para que se considere prescripta la investigación de la muerte de Celeste Haiek fue presentado por el defensor oficial Oscar Loberse ante el juez Correccional Nº 8, Edgardo Bistoletti. El criterio del defensor es que al haber transcurrido tres años sin que se movilizara el expediente, la causa debe cerrarse. El plazo para que una causa se considere prescripta comienza a contarse desde que se produce la última medida judicial. Es decir, el último acto en el cual se demuestra el interés del Estado por perseguir la acción penal. En este caso eso fue hace tres años, cuando se libró un pedido de extradición contra el imputado.

Sin embargo, el juez no hizo lugar a esa solicitud. Por eso el representante legal de Pira apeló y el caso llegó hasta la Sala III de la Cámara Penal, que ahora debe expedirse sobre el tema.

"Habiendo escapado de la Justicia dos veces, Pira no está en condiciones de hacer pedidos mientras permanezca prófugo. Para nuestro proceso penal, el prófugo no puede hacer peticiones", evaluó el juez Bistoletti. El magistrado no se puso a evaluar si corresponde o no la prescripción. Lo que hizo fue negarle a Pira el derecho a reclamar. "Yo no juzgué si la causa está o no prescripta. Lo único que digo es para nuestro derecho el rebelde no puede peticionar", indicó.

En la causa a su cargo Pira está procesado por el homicidio de María Celeste Haiek, de 22 años. La joven, junto con Vanesa Daniela Caruso, de 17, fue embestida por Pira la madrugada del 2 de marzo de 1997 en Salta y Oroño, cuando el joven conducía a 130 kilómetros por hora el Ford Galaxy de su padre. María Celeste murió en el acto. Daniela quedó sobre el capó y fue arrastrada una cuadra más hasta que la aplastaron las ruedas del auto.

En ese momento Pira se fue del lugar, buscó un abogado y luego de unas horas se presentó ante la policía. Por las características que tuvo la muerte de Daniela, quedó acusado de homicidio simple con dolo eventual ante el juez de Instrucción Osvaldo Barbero. Antes de quedar detenido por este último delito, Pira escapó del país a fines de 1997.

Tres años más tarde, en marzo de 2000, lo arrestaron en el aeropuerto de Schiphol, Amsterdam, cuando estaba a punto de volar hacia Israel. Entonces fue sometido a un juicio de extradición que terminó el año siguiente. La Justicia holandesa resolvió que debía ser juzgado en su país natal por la muerte de Daniela Caruso, pero negó la extradición por el homicidio de Haiek, el mismo que ahora podría prescribir.

En ese momento Pira gozaba de libertad bajo fianza. Iban a detenerlo en el momento en que se notificara del fallo ante un fiscal holandés, pero el joven rosarino faltó a la cita. Pira se esfumó una vez más y desde entonces le perdieron el rastro. Aunque tanto funcionarios judiciales como de Interpol Argentina tienen la misma sospecha: todos suponen que Pira fugó a Israel, un país que no tiene tratado de extradición con la Argentina. "Si fuera así, no podemos hacer nada. No hay forma de reclamar que lo envíen a la Argentina", se resignó un vocero judicial.

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