Año CXXXVII Nº 48442
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Salud 07/07
Autos 07/07
Turismo 04/07
Mujer 04/07
Economía 04/07
Señales 04/07
Educación 03/07
Campo 03/07


contacto

servicios

Institucional

 jueves, 08 de julio de 2004

Editorial
La concreción de un legado

Pasaron ciento noventa y un años. Ese increíble e injustificable lapso demoró la Argentina en transformar en realidad el deseo de uno de sus mayores próceres, Manuel Belgrano, nada menos que el creador de la bandera que la identifica. Fue en 1813 que el abogado devenido militar por convicciones patrióticas y altruismo, después de vencer a los ejércitos realistas en dos grandes batallas -Tucumán y Salta- recibió como recompensa de parte de la Asamblea Constituyente la suma de cuarenta mil pesos fuertes, que en un gesto que lo define con inigualable nitidez decidió donar para que se construyeran cuatro escuelas, agregando de su propio peculio otros cuatrocientos pesos destinados al pago de sueldos docentes y la adquisición de material escolar. Pero de esas escuelas sólo fueron erigidas tres. Pasó acaso demasiada agua bajo el puente hasta que la antevíspera, finalmente, la Escuela Nº452 Legado Belgraniano fue inaugurada en un humilde barrio de la zona este de San Salvador de Jujuy.

La escuela, que ahora contará con edificio propio luego de funcionar durante seis años en lugares "prestados" como iglesias, guarderías y un templo evangélico, dictará clases en dos turnos, en nivel inicial y educación general básica (EGB). También habrá un comedor destinado a sus trescientos ochenta alumnos, en su mayoría provenientes del humilde barrio Campo Verde de la capital jujeña. Y así como resulta imprescindible recorrer las zonas marginales de las grandes urbes para comprender en su totalidad el drama que azota al país de hoy, las imágenes que llegaron del acto inaugural se convirtieron en precisos testimonios de la dura situación que se vive en las provincias de la Argentina profunda.

Lo que se vio fueron rostros humildes y sonrientes de chicos que necesitan, sobre todo, contención material y educación, y -en el futuro- oportunidades. Esas oportunidades que el país les negó de manera sistemática, creando una deuda interna que llevará largo tiempo saldar.

Son hechos como el de anteayer, concretos, los que producirán el cambio anhelado por la mayoría de la sociedad. Que también, por cierto, debería recordar a Belgrano y agradecer todo lo que el prócer dio por un porvenir que soñó, sin dudas, distinto, y por el cual entregó la vida sin pedir nada a cambio.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados