cartas

Cambiar la historia

Señor ciudadano Néstor Kirchner, usted que cuenta con el privilegio de ser el presidente de la República Argentina, quiero sugerirle que cada vez que usted tenga que tomar una acción, una medida de gobierno piense siempre en el ciudadano común, en aquel que se levanta a la mañana a cumplir con su trabajo, "aquel que lo tiene", en el pobre ciudadano que viene esperando desde siempre que aparezca un gobernante que tenga la mente puesta en el bien común y no en el bien de su partido político o sus intereses sectoriales. Recupere nuestro país, llevando a cabo una política de inclusión para todos los que habitan este hermoso territorio argentino. Recupere nuestras empresas, nuestra identidad como nación soberana. Señor presidente, póngase el overol de azul y blanco y trabaje para cambiar esta peste que la clase política argentina viene fomentando desde hace décadas. Comuníquese con los ciudadanos que son el bien primario a defender y mejorarles su vida en este hermoso país. No tenga temor de pedir ayuda al pueblo, cuéntele quién o quiénes no lo dejan gobernar, no nos mienta, confíe en el ciudadano, no en sus ministros, por amigos que sean de usted. Ponga en práctica una política de verdadera ética y moral en cada uno de sus funcionarios; "échelos" si fueran partícipes de traición a la confianza que se les brindó o métalos presos. Reconstruyamos nuestro ser nacional, nuestros símbolos patrios, nuestro sentido de pertenencia, nuestro amor por nuestro país. Trabaje para que en las escuelas se vuelva a cantar nuestro Himno con respeto, con amor, que nuestra bandera sea respetada y honrada con cada acto de nuestro diario vivir. Póngase la piel del jubilado que al final de sus días tiene que andar mendigando sus magros haberes, en las de los niños que tienen que mendigar comida en comedores comunitarios, carentes de educación, de contención social. De los jóvenes carentes de futuro y de referentes válidos en los cual ellos se puedan reflejar. Realmente, mucho me gustaría poder hablar con usted personalmente para pedirle que por favor no nos mientan más ustedes los políticos. Señor presidente, no desperdicie esta oportunidad de cambiar la historia, sólo tiene que ser distinto a los que lo antecedieron, es decir trabajar honestamente, con desprendimiento, como Belgrano, San Martín o cualquiera de los ciudadanos de a pie, que tozudamente insisten con la esperanza de que el cambio pronto va a llegar.

Carlos J Zúccolo