EN EL CAMINO

C3: Elogio de la creatividad

El modelo de Citroën conjuga buena performance con un diseño muy logrado. Un motor veloz y equipamiento completo lo posicionan entre lo más alto de su segmento, también en precios.

Jorge Kaplán / La Capital

Citroën presentó el año pasado en el país el C3, su modelo del segmento B que posee un plus de diseño y estilo que le valieron ser elegido Auto del Año 2004 por el Consejo de Periodistas del Automóvil de la Argentina (CPA). Ahora, AUTOS realizó una prueba de manejo de este vehículo en su versión naftera 1.6 16 válvulas con el nivel de equipamiento máximo denominado Exclusive.

El C3 es producido por el Grupo PSA Peugeot Citroën en la planta de Porto Real, cerca de Rio de Janeiro, sobre la llamada "plataforma 1" de PSA, que también utiliza el Peugeot 206.

Indudablemente el C3 es un vehículo cuyo diseño no pasa desapercibido y marca el cambio en el lenguaje estilístico de la marca francesa. Elaborado a partir del concept car Pluriel, los diseñadores apuntaron a crear un vehículo que transmitiera un espíritu de modernidad y juventud pero con mucha calidez. El C3 es claramente un auto amigable y simpático.

Por dentro también dominan las formas redondas del exterior, pero con materiales de texturas y colores cuidados. Así, las planchas del tablero y las puertas se presentan en una combinación de plásticos negros y grises, y elementos que buscan asemejarse al aluminio. Otro elemento llamativo son las bocas de la ventilación con orientadores circulares de aspecto futurista. La calidad de los materiales usados es óptima, aunque igual que en la mayoría de los vehículos de origen Mercosur, las uniones y encastres no son perfectas. Lo mismo pasa con la manija de las puertas que se notan frágiles y poco dispuestas a una larga vida.

Desde el puesto de manejo, se tiene una óptima visualización de los controles y relojes, y todos los comandos están a mano. Detrás del volante -de particular diseño- se ubica en un solo bloque un arco de circunferencia en donde se mueve la aguja del cuentavueltas, en el centro un display que indica la velocidad, los km recorridos y además, a partir de la versión 2004, suma los datos de la computadora de abordo (consumo instantáneo y autonomía, entre otros). A los costados se indica con barras de leds la temperatura del agua del motor y el nivel del tanque de combustible.

En el tablero, al medio y arriba hay otro display que indica las funciones de la radio, el CD y un reloj. Más abajo están los controles del aire acondicionado (manual), la baliza y el cierre centralizado de las puertas. Le sigue la radio/CD (con control satelital en el volante) y a los costados la traba para las puertas y ventanillas traseras, y la alarma de velocidad máxima. Por último se encuentra un portaobjetos ideal para poner monedas o el celular.

Entre los dos asientos delanteros se ubica el encendedor, una toma adicional de 12 voltios, los controles de los alzacristales delanteros (ambos con one touch y antipellizco), un posavaso en donde se aloja el cenicero, la palanca de cambios, el freno de mano, y al costado una moldura para una lapicera. Este bloque tiene en su remate hacia atrás un posavaso para las plazas traseras en donde se puede colocar el cenicero, y los controles de los alzacristales traseros.

Abajo y a la izquierda del tablero se ubican el control de los espejos exteriores (eléctricos) y la regulación de la altura de los faros.

En la columna de dirección están los controles de las luces (con antinieblas delanteros y traseros, y encendido automático en caso de escasa luz), el limpiaparabrisas y el limpia-lava-luneta, y el control del equipo de música.

Los asientos son cómodos, con un buen tapizado, aunque la sujeción lateral es escasa y se podría mejorar. Los delanteros traen prácticos apoyabrazos rebatibles, ideales para viajes largos pero incómodos para un manejo con mucho uso de la palanca de cambios. Posee espejos en ambos parasoles y con una tapita.

En las puertas delanteras posee dos enormes portaobjetos para mapas o botellas, y otros de menor tamaño en las traseras. La guantera es grande pero tiene como punto en contra que carece de iluminación, y el menú de elementos funcionales se completa con unas bandejitas tipo avión en los respaldos.

El respaldo del asiento trasero es rebatible en 1/3-2/3 pero no se conforma un piso plano con el baúl. De todas formas el espacio es amplio, con un baúl de los más grandes del segmento, con una red para sujetar la carga y anillos de anclaje. Un punto en contra es que la rueda de auxilio está adentro.

La tapa del tanque de combustible se abre con la llave de encendido, una incomodidad que se compensa en parte gracias a la fácil operación que sólo precisa de un cuarto de vuelta de la tapa para sacarla.

Otro detalle del equipamiento es el bloqueo de las puertas al superar los 10 km/h, con la buena idea de que siempre es posible abrir las puertas desde adentro con sólo accionar la manija.

En general, la sensación dentro del C3 es de espacio, calidez y funcionalidad.


Al volante
La posición de manejo en el C3 es muy cómoda. La butaca del conductor es regulable en altura y el volante se regula en altura y profundidad, lo cual asegura satisfacer a la mayoría de las anatomías. Sin embargo, la posición más baja del cojín podrá ser considerada como demasiado elevada para quienes gustan de manejar "cerca del piso".

Para las plazas traseras, en cambio, el espacio es chico, no en altura ya que el techo es bien elevado, pero traerá problemas para las piernas. El C3 es un auto pensado para familias jóvenes con chicos, pero en caso de querer transportar a adultos atrás se deberán resignar a viajar un poco incómodos. La sensación al volante es la de un monovolumen, con una posición elevada, mucho espacio sobre la cabeza, y amplia visibilidad hacia todos lados gracias a la amplia superficie vidriada, con la contra del grueso pilar A que obliga a algunos cabeceos.

El comportamiento dinámico del C3 exhibe un vehículo un poco saltarín por el reglaje de la suspensión pero sin perder confort de marcha, incluso en empedrados gruesos. En ciudad, es ágil y veloz, aunque el motor es un poco perezoso a bajas vueltas y obliga a bajar un cambio y enroscar el motor para salir rápido. Justamente por encima de las 4.000 rpm empieza a aparecer el impulsor que alcanza los 110 caballos a las 5.750 rpm.

Los frenos son efectivos, sin bloqueos prematuros, y con un ABS que entra en acción sólo cuando es realmente necesario.

La performance del C3 en ruta es buena y puede alcanzar los 190 km/h si las condiciones meteorológicas se lo permiten, ya que su altura lo hace particularmente sensible al viento de frente. El consumo es acotado y ronda los 9 litros cada 100 km en ciudad y los 5,2 litros en ruta.

Un punto alto del C3 es la dirección asistida eléctricamente, muy leal a los movimientos del volante y cómoda a la hora de estacionar. El volante es de excelente grip, con un par de muescas para los pulgares.

En materia de seguridad, el C3 trae doble airbag delantero, frenos con antibloqueo ABS y repartidor electrónico del par frenante, y tres cinturones de seguridad inerciales atrás, con dos apoyacabezas.

El C3 1.6 Exclusive tiene un precio de lista de 38.650 pesos. Hasta el 30 de junio estuvo bonificado en 34.990 pesos, pero Citroën aún no confirmó la continuidad de esa promo. A la hora de comparar, se puede recordar que el Corsa II GLS 5 puertas full 1.8 (102 CV) cuesta 32.200 pesos, el Clio 5 puertas Privilege 1.6 (110 CV) sale 34.700, y el Peugeot 206 XT ABS 5 puertas 1.6 (110 CV) está a 37.000 pesos.

El balance es altamente positivo para este modelo de Citroën, teniendo a diseño, personalidad, equipamiento, performance y gama (son seis versiones con tres motorizaciones) en el "haber". Poco espacio trasero y precio más bien alto quedan en la columna del "debe".