Sabores del mundo: Cocina variada con personalidad Alemana

Enrique Andreini / La Capital

La alemana es una cocina que refleja en sus preparaciones la austeridad de una geografía rica y variada y con un clima riguroso.

Sus preparaciones son abundantes, sustanciosas, con platos contundentes pero sabrosos, que reconstituyen los ánimos. Y aunque cada región aporta su carácter propio la charcutería está presente en todas sus preparaciones.

A los alemanes en general les gusta comer muy bien, disfrutar de los placeres de la buena mesa desde el desayuno hasta la cena: desde un humeante té acompañado por un "apfelstrudel" que consiste en un delicioso rollo relleno de manzanas, hasta la posibilidad de saborear un reconfortante guiso de carne estofada, pasando por el tradicional "sauerkraut", chucrut, o repollo fermentado acompañado de salchichas.

Además hay más de 1.500 tipos de salchichas, como las de Frankfurt (más suaves), Nuremberg (que se sirven asadas) y las de Baviera (blancas).

Pero la gastronomía alemana ofrece otras posibilidades tales como pescados ahumados, quesos y numerosas preparaciones elaboradas con los productos de la zona, ya que los gustos varían según cada región.


Cerveza, la bebida nacional
Hablar de Alemania es sinónimo de cerveza. Es la bebida nacional y no hay ciudad germana que no posea su propia fábrica en donde se la elabora industrial o artesanalmente.

La calidad de las cervezas alemanas es un compromiso con la tradición que se inició con la ley de pureza dictaminada por el duque Guillermo IV en 1516, según la cual se limita su elaboración a cuatro ingredientes: lúpulo, malta, levadura y agua.

Pero en la actualidad las cervecerías alemanas producen una inmensa variedad de tipos, no sólo es la simple mezcla de lúpulo, cebada, agua y levaduras, las elaboran con diferentes ingredientes, tiempo de maduración, técnica de fermentación, contenido alcohólico, color y sobre todo, sabor.

Existen en Alemania más de 5.000 tipos de cerveza, entre las que se distinguen dos categorías principales: de alta fermentación y de baja fermentación, las que se diferencian por su técnica de elaboración. Todas en su tipo sabrosas al paladar.

Las hay amargas y con alto contenido de lúpulo, así como dulzonas, oscuras y con bajo grado de alcohol y las elaboradas con granos de trigo y ligeras al gusto.


Los mejores vinos
También los vinos alemanes tienen su merecida fama, siendo las mejores zonas vitivinícolas las cercanas a los ríos Rhin y Mosela.

Estos pueden variar desde los muy simples hasta los altamente sofisticados, con una amplia variedad de sabores, fruto de las generosas vides y con una característica en común, su ligereza, debido al bajo contenido alcohólico.