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 domingo, 27 de junio de 2004

Entrevista
Orlando Ferreres: "El gobierno debe resolver los temas de fondo, aunque sean impopulares"
El especialista advirtió que si no se solucionan los problemas el país crecerá en 2005 sólo un 3,5 por ciento

Patricia Martino / La Capital

"El gobierno tiene que resolver muchos temas económicos en los próximos seis meses, pero al mismo tiempo tiene que resolver muchos temas políticos. Como economista resolvería los temas económicos de fondo, que si bien son impopulares me van a dar un rédito en el 2005 como para estar más tranquilo posteriormente. Pero parece que las prioridades son políticas y los problemas económicos se postergan", disparó el economista Orlando Ferreres, quien destacó que la deuda con los acreedores privados es el principal tema a resolver.

El analista, que llegó a Rosario invitado por el Instituto Argentino de Ejecutivos y Finanzas (Iaef) sostiene que si no se arriba a un acuerdo con los bonistas no se puede avanzar con otros temas. "Para el gobierno la deuda es prioridad total, de acá a fin de año se debe solucionar", advirtió.

Ferreres también mencionó que debe definirse la ley de coparticipación federal, tomarse medidas respecto a los impuestos distorsivos, lograr un superávit primario permanente, rever los contratos de los servicios públicos, pautar la compensación a los bancos y conciliar con Brasil un tipo de cambio alto que no genere inflación.

En este diálogo con La Capital aseguró que si estas cuestiones se resuelven el país puede crecer en el 2005 un 7%. En cambio si el gobierno soluciona sólo la mitad de los temas, Argentina tendrá un desarrollo del 3,5%. La ecuación sería: más temas resueltos, más crecimiento.

-Uno de las claves para el desarrollo económico del país es que haya inversiones, el gobierno dice que aumentaron ¿esta tendencia es real?

-Hay inversiones, si uno va a la zona sojera se compraron más máquinas, camionetas, tractores. En los sectores que han ganado dinero hay inversiones, empresas medianas que están respondiendo a mejor rentabilidad por el tipo de cambio por ejemplo. Pero todavía la inversión bruta interna fija, unos 22 mil millones de dólares, no llegó a superar la amortización del aparato productivo, cada año hay un desgaste que hay que reponer que ronda los 23 mil millones de dólares, es decir que faltan mil millones para reponer todo. En consecuencia el aparato productivo se mantiene como en el 98 y la recuperación de la actividad tiene que ver con la mejor utilidad de la capacidad instalada, que ahora debería ser ampliada.

Pero para esto se debe resolver el problema de la deuda, generar confianza con una nueva ley de coparticipación, resolver impuestos distorsivos como cheques o los derechos a la exportación, prever qué pasa si baja el precio de la soja y cómo se mantiene el superávit primario, ver cómo quedan los bancos para que puedan prestar dinero, resolver el tema de las tarifas. Arreglando estos problemas habría inversiones.

-Es una agenda cargada para el gobierno nacional.

-Tiene que resolver muchos temas económicos en los próximos seis meses, pero al mismo tiempo tiene que resolver muchos temas políticos. El gobierno tiene muchos problemas que hay que resolver, y todo a la vez es difícil. Como economista resolvería los temas económicos de fondo, que si bien son impopulares me van a dar un rédito en el 2005 como para estar luego más tranquilo. Pero parece que las prioridades son políticas y el gobierno se inclina más por estos temas, los problemas económicos se postergan, la deuda externa ya lleva 30 meses y todavía no se sabe cómo va a terminar, la ley de coparticipación hace desde el 94 que no se resuelve.

-¿Tanto se puede ver afectado el crecimiento económico?

-El gobierno al detenerse en los temas políticos no resuelve los económicos y en ese sentido nos afecta. Los empresarios no saben si Kirchner y Duhalde se pelean o no, entonces esperan a ver qué pasa para tomar decisiones.

-Argentina cuenta con un abultado superávit fiscal que le da cierta soltura en sus cuentas ¿cuál debería ser el destino de estos fondos?

-Esto hace que los bonistas digan paguenmé más. "Con la cantidad de plata que está recaudando, no nos digan que son pobres". Este superávit por ahora va al gasto público, que se aumentó 12 mil millones de pesos con respecto al año pasado. Es mucho gasto, sobre todo para las provincias que no hacen infraestructura sino que aumentan los sueldos. Así se pierde una de las más importantes medidas keynesianas que es hacer obras de infraestructura en las provincias. Los aumentos de gastos de infraestructura si uno no tiene más plata los puede parar, pero los de sueldos no. Lo que están haciendo es una barbaridad, pero lo están haciendo.

-Ante este escenario ¿a dónde vamos?

-Las cosas se mantienen dentro de un escenario muy razonable, pero la tendencia a aumentar el gasto todo el tiempo puede llevar a que si se produce un cambio de tendencia en la recaudación uno se encuentre con que no le queda nada para pagar la deuda. Por ahora Lavagna trata de no elevar los sueldos pero hay continuas presiones sociales para que suban.

-El Fondo Monetario Internacional está auditando las cuentas del país ¿se pasa la tercera revisión del acuerdo?

-En esta tercer revisión hay algunas cosas que no se cumplieron, por ejemplo no salió la ley de coparticipación federal, tampoco se arreglaron los bancos Nación y Provincia. Hasta septiembre no hay que hacer pagos, así que no es tan emocionante como en marzo que había que pagar 3.100 millones y después ver si nos devolvían el dinero. Esta va a ser una revisión de redacciones, no hay plata en el medio, la de septiembre va a ser más conflictiva si no se resuelven algunos problemas graves que están acumulándose para el próximo trimestre. Los directores del Fondo demuestran estar dispuestos a aprobar cosas que no se cumplan pero siempre que haya una tendencia a cumplirlas en breve. Si ven una tendencia a la displicencia va a ser más complicado aprobar la revisión trimestral y en septiembre hay que pagar mucha plata.

-¿Es fundamental resolver el tema de la deuda con los acreedores privados?

-Estuve en Wall Street y el tema que más se habla es sobre la deuda. Dicen que no puede ser que la Argentina sólo proponga pagar mil millones de dólares por año por capital e intereses por 10 años por una deuda de 100 mil millones, no lo pueden creer. Allá se ve que no quieren aceptar, dicen que no puede ser que tengamos tanta recaudación y ofrezcamos pagar sólo eso. Como son muchos bonistas no es fácil saber como va a ser la reacción de cada uno, pero sin resolver este tema no se puede avanzar con el siguiente, para el gobierno es una prioridad total. De acá a fin de año se debe solucionar el tema de la deuda.

-¿Qué perspectiva de crecimiento pronostica para el próximo año?

-Depende de lo que el gobierno resuelva, si se solucionan los temas de la deuda, coparticipación federal, impuestos distorsivos, superávit primario permanente, servicios públicos, los bancos y se concilia con Brasil un tipo de cambio alto pero sin generar inflación el año que viene podemos crecer al 7%. En cambio, si el gobierno resuelve la mitad de los temas podemos crecer un 3,5%. La ecuación sería más temas resueltos, más crecimiento.

-¿Cómo influyen los vaivenes de la economía brasileña en Argentina?

-Brasil tiene vencimientos de deuda muy altos en julio y en octubre, no se sabe como los va a poder pasar. Si no los puede pasar por un cambio internacional importante o no le dan la confianza para poder emitir 15 mil millones de bonos en un sólo mes evidentemente podría entrar en default o hacer otra devaluación y esto nos afectaría muy negativamente. Si el real se va a cuatro por dólar, tendríamos que pensar que hacemos nosotros con un dólar a 2,90 pesos, si dejamos el Mercosur o no.

Son decisiones que resulta mejor pensar cuando ocurran y no se resolverá sin conflicto. Brasil ya devaluó una vez sin avisarnos nada pero otra devaluta así generaría una desconfianza fenomenal. Por otro lado, a Brasil le interesa el Mercosur para tener más influencia en América latina, no es para ellos una clave económica como puede serlo para Argentina. A Brasil sólo le interesa Brasil y a nosotros nos convendría más ser como Chile, que negocia todo en forma independiente y algo con el Mercosur.

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"El superávit fiscal no debe ir al gasto público".

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