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 domingo, 06 de junio de 2004

Dijo que el gobierno "disimula" la crisis energética
Daniel Montamat: "Hay que asumir el costo de subir tarifas"
El ex secretario de Energía recetó una recomposición de precios, reglas claras y un plan a largo plazo

Patricia Martino / La Capital

"El gobierno hace esfuerzos para disimular la crisis energética y termina trabajando detrás de la realidad, así las cosas se pueden complicar", disparó Daniel Montamat, presidente de la consultora Montamat y Asociados. El ex secretario de Energía advirtió que, por el contrario, de la crisis "se sale asumiéndola", con un sendero de recomposición de precios, reglas estables para la inversión y un plan de desarrollo de largo plazo. Esto significa, explicitó, que el gobierno deberá asumir el costo político de la recomposición de tarifas, que de todos modos ya se está produciendo "en forma indirecta por el aumento a los mayoristas".

El analista que participó del seminario "Energía sustentable", organizado por el Comité Argentino del Consejo Mundial de Energía (Cacme), sostuvo que los países que poseen una estrategia de desarrollo ubican a la energía como un capítulo clave en su agenda porque saben que es fundamental para el crecimiento. "La energía es un capítulo de la estrategia de desarrollo económico pero en Argentina todavía no existe una estrategia de desarrollo económico", apuntó.

"Si el país quiere duplicar el PBI en 10 años, debe crecer a una tasa del 7,2% y para alcanzar ese objetivo hay que armar una estrategia de desarrollo que debe estar en productividad y exportaciones con valor agregado", dijo. Y subrayó que esa meta obligará a duplicar la oferta de energía primaria. Esto significa sumar 60 millones de toneladas de petróleo a la actual producción, lo cual involucra "una inversión de 3 mil millones de dólares por año".

El especialista consideró que el Estado no está en condiciones de invertir los 30 mil millones de dólares necesarios para la próxima década ni de pedir esa suma a los organismos internacionales de crédito. Así, el único camino pendiente pasa por las inversiones privadas.

Entonces, dijo, "se hace necesario despejar reglas para esa inversión y definir un sendero de tarifas que sea claro tanto para la gente como para los inversores". De lo contrario, advirtió: "Vamos a seguir trabajando el tema energético con voluntarismo y arreglándolo con alambre, a lo mejor zafamos este año pero el problema del año que viene va a ser peor".

Montamat atribuyó las causas de la crisis a tres factores:

* "Primero se entrampó a la energía en políticas de corto plazo. Después de la devaluación, la energía quedó prisionera de políticas que en lo inmediato podrían servir para atenuar efectos sociales, como el congelamiento de tarifas de electricidad y gas, pero que se sabía que iban a traer consecuencias. Si se hubiese mirado esto en función de una estrategia de largo plazo rápidamente se hubiera empezado a recomponer reglas y precios".

* En segundo lugar, mencionó que se cambiaron las reglas de juego pero no se definieron las nuevas. "Hubo una ley de emergencia que estableció la necesidad de renegociar todos los contratos con las privatizadas pero han pasado casi tres años y todavía tenemos a un sector de capital intensivo, que necesita muchísimas inversiones, sin reglas".

El tercer aspecto es el de las tarifas. "No se transitó un sendero de recomposición de tarifas, con una tarifa social que atendiera a las necesidades de la población que más sufre la crisis".

"Sin estrategias, sin reglas y sin precios la crisis era anunciada", indicó Montamat, quien insistió con que la forma de salir de la crisis es asumiéndola.

"El gobierno hace esfuerzos para disimularla y cuando uno trata de disimular estas cosas trabaja detrás de la realidad, con parches, y las cosas se pueden complicar", se quejó y aseguró que "asumiendo la crisis y creando conciencia social se puede administrar mejor la crisis".

Montamat criticó el manejo del programa de racionalización energética. "Se lanzó un plan, después se lo disimuló y la gente no sabe si fue un plan para aumentarle en forma encubierta la tarifa o porque no hay energía", dijo y se lamentó porque de esta forma "queda todo bajo sospecha y las conductas sociales no se alineen detrás de un objetivo", advirtió.

El ex secretario de Energía consideró fundamental para administrar la crisis, que no se judicialice la escasez, es decir que "algunos digan a mí no me tocan el suministro de gas". Como la frazada es corta, señaló, "si tiramos de un lado se destapan los del otro lado".

"Hay que evitar la judicialización y la politización", subrayó y consideró que si se establecen reglas "explícitas y transparentes" la gente "acompaña y toma conciencia social".

Montamat sugirió, además, implementar una estrategia energética para liberar a la energía del corto plazo ya que en el sector, las decisiones de inversión se toman hoy para ejecutarlas en uno o dos años. Los planes "desbordan a una administración" por lo cual se necesita "un plan que vaya más allá de los horizontes que tiene un gobierno", subrayó.

"Los países que tiene una estrategia tienen a la energía como un capítulo clave para desarrollarse y sostener tasas de crecimiento", añadió y enfatizó la necesidad de "despejar" las reglas.


Costo político
"El gobierno va a tener que asumir el costo político de la recomposición de precios, que va a significar un aumento de tarifas, y que ya se está trasladando en forma indirecta por el aumento a los mayoristas". De otro modo, enfatizó, "estamos trabajando sobre medias verdades y las medias verdades son medias mentiras".

Montamat destacó también la importancia de crear un mercado regional de energía. "Hoy nos damos cuenta de que no podemos estar sometidos a la importación de gas de Bolivia por la decisión de un plebiscito, convendría que estemos vinculados con Chile, Brasil, Paraguay a través de reglas comunes", agregó.

El especialista recordó que la Unión Europea (UE) empezó siendo, por el Tratado de Roma, una comunidad económica del carbón y el acero. "Aprendamos de esta lección, hablamos de integración pero todavía no fuimos capaz de elaborar una agenda de convergencia regulatoria para establecer un mercado común de petróleo y combustibles, un mercado mayorista de electricidad y otro de gas natural, subrayó y concluyó: "No hay mercado común si el mercado no esta articulado y esto ocurre con energía, infraestructura y telecomunicaciones; si nos integramos en energía vamos a tener precios más competitivos y vamos a tener más inversiones sobre el sector".

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