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 martes, 06 de abril de 2004

Inexplicable. Violenta agresión frente a un minimarket de San Nicolás al 1000
Un chico de 19 años quedó en coma después de ser atacado por una patota
Fue golpeado con una baldosa en la cabeza, sin razón aparente. Los agresores todavía no están identificados

María Laura Cicerchia / La Capital

Mirta Battaglia revisa una y otra vez el cuerpo de su hijo Mauro en busca de un golpe, una marca de pelea, una señal que le permita explicarse la incomprensible agresión que sufrió el sábado de parte de una patota que le arrojó un pedazo de baldosa a la cabeza, en San Nicolás al 1000, y le provocó traumatismo severo de cráneo por el que fue inducido a estado de coma. En esa cama de hospital donde el chico de 19 años permanece inconsciente y conectado a un respirador, su madre lo observa sin comprender cómo es que el chico se fue a bailar, desoyendo como siempre su sugerencia de que ese sábado se quedara en casa, y desde entonces no volvió a hablar con él: "Es un chico sano, que nunca tuvo un problema, con una vida sin complicaciones. Lo que pasó ahora es tan grave y sin sentido que no lo puedo terminar de entender", dijo.

Excepto el tremendo golpe en la cabeza, Mauro Sebastián Reol no tiene en su cuerpo un solo rasguño. Eso lleva a Marta a confiar en la palabra de los amigos de su hijo, quienes le contaron que el piedrazo fue arrojado por un grupo de desconocidos sin una razón grave que justificara tamaña agresión.

"El sábado se fue a las 23.30. Se encontró con sus amigos de la escuela primaria, con los que siempre salen. Me dijo que se iba a un boliche de La Florida y se fue", dijo Marta sobre el último momento en que charló con el tercero de sus cuatro hijos. De ellos se ocupa en forma exclusiva desde que el padre de los chicos falleció en un accidente.


Un incidente mínimo
Como otras veces, Mirta le había recomendado a Mauro que se quedara en casa. Aunque nunca había tenido un problema en sus salidas y no vive en una cuadra jaqueada por la inseguridad (San Juan al 4000), ella siempre se preocupa cuando sus hijos salen. "Es que miraba por televisión las cosas que pasaban y me asustaba por los demás. Esta vez le pasó a mi hijo y no quiero que a ningún otro chico le suceda lo mismo", dijo la mujer con un hilo de voz.

Según los datos que pudo recoger la policía al hablar con los compañeros de Mauro en la guardia del Hospital de Emergencias, todo ocurrió frente a un minimarket de San Nicolás al 1000 donde el grupo de seis chicos había estado reunido antes de salir para el boliche. Cuando se retiraban caminando del drugstore se cruzaron con otros pibes con los que no habían tenido ningún problema previo. "Mientras los amigos de Reol caminaban patearon una botella plástica que impactó en uno de los jóvenes del otro grupo, quien les reprochó la actitud. Ellos pidieron disculpas pero cuando se alejaron los agredieron con un pedazo de baldosa", reprodujo el comisario Mario Rendo, de la seccional 6ª, el relato de los jóvenes que acompañaban a Mauro.

En la tarde de ayer, los amigos de Mauro se preparaban para declarar como testigos en la comisaría 6ª. "Queremos establecer si hubo una reacción del grupo de Reol, con lo cual estaríamos hablando de lesiones en riña, o si por el contrario fueron lesiones graves", apuntó el jefe policial.

Uno de esos chicos fue quien llamó en el momento a la policía y a una ambulancia, que llegó rápido. La policía, en cambio, "no intervino para nada", según la mamá del joven golpeado. "No hubo una discusión de por medio. Los otros tiraron la piedra, ellos se desbandaron y la baldosa le pegó en la nuca a Mauro. Sus amigos no tuvieron una sola lesión, mi hijo fue el único agredido", precisó la mujer.

A Mirta le cuesta creer que un golpe tan violento no se disparara por una provocación o durante una pelea, aunque su hijo, estudiante de licenciatura en química, nunca participó en una gresca. Examinó hasta el detalle la ropa de Mauro que ella misma lavó a mano, exploró el cuerpo del muchacho en busca de un raspón, pero no encontró nada. El joven sólo tiene un tremendo golpe en la cabeza por el que desde un primer momento quedó inconsciente.


Pronóstico incierto
En el Heca le indujeron un coma farmacológico para esperar que el hematoma se desinflame. El médico del servicio de guardia Guillermo García explicó que la sedación profunda se instrumentó para adaptar al muchacho al respirador artificial. El profesional señaló que la grave lesión puede acarrear "complicaciones neurológicas o extraneurólogicas" y dijo que aún no se puede establecer un pronóstico sobre la evolución del chico.

"Sólo nos queda esperar. Estamos rezando para que salga adelante. Es un chico muy sano. Su único problema es que le gusta salir a bailar y que últimamente sufre mucho porque es de Ñuls. Del triunfo de ayer (por el domingo) ni siquiera pudo enterarse", se lamentó Mirta.

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"Estamos rezando para que salga adelante", dijo la madre.

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