| martes, 06 de abril de 2004 | Confirman riesgos para hijos de fumadores El humo del tabaco en el ambiente afecta la salud de casi la mitad de los niños del planeta Los hijos de fumadores enfrentan un riesgo doble de desarrollar enfermedades relacionadas con el tabaquismo pasivo, en comparación con los niños de adultos que no fuman, incluso si sus padres salen a fumar al exterior, reveló ayer un estudio sueco.
La Organización Mundial de la Salud considera la exposición al humo del tabaco en el ambiente (humo pasivo) como un peligro para la salud que afecta casi a la mitad de los niños en el mundo. "Los resultados de este estudio indican que fumar en el hogar es significativo para los niños debido a la exposición al humo en el medio ambiente", según expresa una disertación doctoral de la Universidad de Linkoping, publicada en la edición de abril de la revista médica Pediatrics.
Investigadores de la universidad, en el centro de Suecia, dijeron que habían detectado el doble de altas concentraciones de cotinina -un químico que se crea cuando el cuerpo procesa la nicotina- en la orina de los niños cuyos padres sólo fuman en el exterior, en comparación con un grupo de hijos de no fumadores.
Como la nicotina, una sustancia muy específica del tabaco, las concentraciones de cotinina indican la exposición al humo pasivo del cigarrillo y sus sustancias tóxicas.
"Uno puede especular que esto sucede por el aliento del fumador, pero aún no hemos estudiado eso y, por lo tanto, no estamos seguros", dijo Anna Karin Johansson, que integró el equipo de investigación.
Para los niños cuyos padres fuman fuera de la casa, pero también al lado de una ventana abierta, la exposición fue 2,4 veces más elevada, mientras que los hijos de personas que consumen cigarrillos en la cocina y en el exterior, la cifra fue tres veces más altas.
En los hogares donde los padres fuman frecuentemente dentro de la casa, la exposición al humo pasivo fue 15 veces más alta que para los hijos de no fumadores. El estudio se realizó de abril del 2001 a enero del 2003 y analizó muestras de orina de 366 niños con al menos un padre fumador y de 433 cuyos padres no son fumadores. Todos los pequeños tenían entre dos años y medio y tres años. (Reuters) enviar nota por e-mail | | |