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 martes, 06 de abril de 2004

El cantante y su banda dieron clase de buena música en el Anfiteatro
Vicentico, una voz gastada con un brillo fabuloso
Tocó los temas de su brillante primer disco solista y también revivió hits inolvidables de los Cadillacs

Pedro Squillaci / La Capital

Vicentico no es más un cadillac, aunque a muchos les duela. Pero sigue siendo fabuloso. Ante unas tres mil personas convocadas antenoche en el Anfiteatro, se mostró desinhibido y de buen humor. Y supo contrastar la melancolía eterna de algunas de sus canciones con ese desparpajo que ya es una marca registrada.

Con bastón y saco azul arrancó con "Se despierta la ciudad", liderando un grupo de músicos que emulan a esas grandes bandas centroamericanas ricas en matices. Comandado desde la batería de Daniel Buira y un set de percusión integrado por Gonzalo Ruiz, Pol Neiman y Nelson Herraz, el combo se completa con Daniel Castro (bajo), Marcelo Muir (guitarra), Leandro Bulacio (teclados), Juan Pablo Di Saverio (coros) y el sobresaliente Ervin Stutz (trompeta).

Vicentico aporta con su voz un color sensitivo e irreemplazable en ese contexto, que ensambla de maravillas con el resto. El cantante eligió mostrar los temas de su impecable disco debut y los mechó con clásicos de los Fabulosos. Así, empalmó la virulencia rítmica de "Vamos" con "Demasiada presión" y la monada tomó temperatura. Pero cuando todos seguían latiendo con el mensaje de "ella se perdió y todo sigue igual", Vicentico -más Gabriel Fernández Capello que nunca- bajó los decibeles con "Cuando te vi". Y trascartón clavó una daga con "Todo está inundado", con un arreglo más rockero, y "Algo contigo", en un bolero más enérgico.

Pero también hubo magia cadillac. Tocó una versión impecable de "Desapariciones" mechada con "Río Manzanares", hizo "Saco azul", "Condenaditos" y ya en los bises "Vasos vacíos" y "Carnaval toda la vida".

El gesto del final fue clave. Solo, con su guitarra, interpretó "Yo no me sentaría a tu mesa" a coro con la gente. Ese hit que interpretó hasta el hartazgo veinte años atrás. Sin saltitos de ritmo de ska, Vicentico decía de otra manera "nunca podrás callar esta canción". Y fue conmovedor.

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"Los Fabulosos van a volver dentro de 50 mil años".

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