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 miércoles, 24 de marzo de 2004

Un crucero nuclear ruso podría explotar en cualquier momento
La nave de guerra está en muy mal estado, según advirtió el jefe de la marina

El crucero lanzamisiles nuclear ruso Pedro el Grande (Piotr Weliki) está gravemente averiado y "podría explotar en cualquier momento", aseguró el comandante en jefe de la marina rusa, Vladimir Kuroedov. El navío se encuentra en tan mal estado que podría detonar. Tras analizar el estado del barco la semana pasada, el almirante dio orden ayer de que la nave retorne a puerto seguro.

La situación del barco es especialmente peligrosa "teniendo en cuenta que la unidad naval está equipada con un reactor nuclear", dijo Kuroedov. No obstante, más tarde rechazó que exista peligro de una tragedia nuclear, debido a que -dijo- la seguridad de los equipos nucleares a bordo del navío está plenamente garantizada.

El navío, botado en 1996, pertenece a la Flota del Norte de la marina rusa, que tiene por base la ciudad de Severomorsk, en el mar de Barents, cerca de Murmansk. Desplaza 26.000 toneladas y tiene una tripulación de 700 hombres.

Hasta hace poco estaba considerado uno de los barcos de guerra más modernos de la flota rusa. Debido a la falta de recursos, la marina y otros elementos de los fuerzas armadas rusas se encuentran en una precaria situación de mantenimiento.

De acuerdo con el militar ruso, a bordo del barco de guerra "está todo en orden en aquellos sectores en los que van los marineros, pero en los segmentos del buque que no están habitados, la unidad podría explotar en cualquier momento".

Horas después, el jefe militar se desdijo y sumó imprecisiones. "El servicio de seguridad nuclear del crucero está bien y reúne todos los requisitos", dijo Kuroedov y resaltó que sólo las condiciones de vida en los cuarteles generales del crucero son insatisfactorias en base a las normas de la marina rusa.

El almirante puntualizó, además, que había dado una directiva para que todos los defectos detectados a bordo de la nave sean "eliminados antes de tres semanas", agregando que tenía intención de realizar personalmente la verificación antes del regreso al servicio de la nave.

Kuroedov no precisó dónde se encuentra el crucero pesado. Desde el inicio del viaje inaugural del buque de guerra ocurrieron una serie de problemas, el más grave de ellos la ruptura de un tubo a vapor debido a una soldadura defectuosa, que mató a cuatro marineros.


La sombra del Kursk
El preocupante anuncio y la posterior desmentida recordaron inmediatamente la tragedia del submarino nuclear Kursk y la falta de información y demoras en conocer la verdad de lo sucedido que hubo frente a ese caso. El submarino nuclear Kursk se hundió el 12 de agosto de 2000 en el mar de Barents cuando participaba en unas maniobras navales durante las cuales debía ensayar un torpedo con un nuevo tipo de combustible, dejando el saldo de los 118 marinos de su tripulación muertos.

El gobierno ruso insistió desde un principio en que se había tratado de una colisión y recién el 13 de febrero del año siguiente, ante la fuerza de los hechos, reconoció que una falla o la explosión de uno de los torpedos del submarino había sido la causa de la catástrofe. (DPA y Télam)

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