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 domingo, 08 de febrero de 2004

¿Te acordás, hermano?: Delorenzi, un profesor en Tablada
Jugó de back derecho en los primeros años charrúas en AFA y luego se dedicó a la docencia

Javier Parenti / Ovación

Lució varios años la camiseta azul con vivos rojos. Ahí en Tablada. Cuando los charrúas competían en los campeonatos de ascenso en la vieja Primera B. Oscar Gerardo Delorenzi actuaba como back derecho, con sus infaltables bigotes que recién se quitó hace un par de años, para verse "mejor a mis casi 77 años", y con una característica de juego basada en la limpieza para marcar "porque no me gustaba hacer faltas. Es que tenía buena condición física y no era necesario hacerlas".

"A Central Córdoba llegué en 1941 para jugar en la quinta, poco después de venir a Rosario para estudiar en el viejo Normal 3. Y en el 44, con 17 años debuté en primera división, cuando hacía poco que el equipo había comenzado a jugar los torneos de AFA (eso sucedió en 1943)", arranca Oscar, quien nació el 6 de abril del 27 en Arroyo Seco pero a los 6 se mudó junto a su familia a Coronel Bogado.

En aquellos inicios de los charrúas en el fútbol grande, Delorenzi compartió la defensa con Semprini y al arco lo custodiaba Cappellini, cuando "la cancha estaba orientada distinta a hoy, los arcos daban a 27 de Febrero y Virasoro".

"Lo lindo de aquel tiempo fue lo que compartíamos en cada viaje a Buenos Aires. Recuerdo que llegábamos sobre la hora del partido, muchas veces con los rivales y el referí esperándonos. Entonces bajábamos y a jugar, porque ya nos habíamos cambiado en el colectivo", explica Oscar y agrega que él ya venía de otro viajecito porque los sábados volvía con el tiempo justo de Santa Fe, donde ya estudiaba en el Liceo Militar, del que también fue profesor durante diez años, del 49 al 59.

De esos partidos del ascenso la memoria rescata el día que "sobre la hora el referí sancionó un penal para nosotros. Ibamos empatando. Y como los pateaba yo, le di fuerte a un costado -como me enseñó Vicente de la Mata- y ganamos. Claro, ni bien marqué el gol salimos corriendo para el vestuario. La tribuna le gritaba de todo al referí y él saludaba contento. Es que no entendía nada porque era la época en que vinieron a dirigir árbitros ingleses".

La sola mención de Capote de la Mata marca en el rostro de este deportista de hoy -que ahora se dedica a la natación, hace tenis y estudia guitarra y violín- una mueca de satisfacción por haber compartido muy buenos momentos con el astro charrúa, de Independiente y la selección argentina, y además le permite contar sobre la vez que "fuimos a jugar contra Colón, en Santa Fe, nos pusimos todos detrás de él para salvarnos del recibimiento, es que ni bien lo vieron todos lo aplaudieron y se olvidaron de nosotros".

Es que poco tiempo antes, "cuando ellos habían venido a jugar contra nosotros, que le ganamos, al regresar por la zona norte de Rosario los trataron mal y entonces algunos querían revancha. Pero nos salvó que fuimos con Capote y que ese partido en Santa Fe lo ganaron con gol de Canteli, quien había vuelto de Ñuls".

Claro que no todas las anécdotas de la cancha son buenas. Una, pintoresca por cierto, es del apodo que le pusieron los hinchas de Tablada. "Había una radio que pasaba la propaganda de «quesos frescos Delorenzi» y me gritaban así cuando pifiaba la pelota, o el día que quise darle un pase atrás al arquero y lo tenía a mi lado. Obvio, fue gol en contra".

El hecho de seguir viviendo toda la semana en Santa Fe y venir a Rosario sólo para jugar los sábados y también viajar para jugar de visitantes no era sencillo. Por eso, un día aceptó una propuesta para "jugar en Mitre de Esperanza, que me quedaba más cerca y me pagaban lo mismo, que igual era poco. De aquel equipo también me quedaron lindos recuerdos y lo que más me impresionó fue que tomaban chopp todo el tiempo. Había muchos alemanes y hasta en los entretiempos de los partidos los jugadores tomaban. Pero no hacía nada porque era livianito y muy rico. Nunca vi a un jugador pasadito".

Ya no jugaba de back, sino que Delorenzi era el centrehalf. "Una posición en la que uno pensaba más a quien entregar la pelota que en correr. Además, era más linda porque tenía más participación en el juego que en defensa.Es que antes al back no lo dejaban pasar del mediocampo salvo para ir a cabecear, lo que hacía porque era alto. Por eso marqué algunos goles".

Por último, Oscar explica que "no puedo decir si fui buen jugador o no, pero tenía un gran estado atlético porque siempre fui muy deportista y eso además me valió para marcar sin pegar, porque no me gustaba hacer faltas. Yo era de robarles la pelota sin golpear, no como ahora que los defensores pegan demasiado".

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El Chacra Delorenzi fue muy reconocido en Tablada.

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