Entrevista al presidente de Cargill

Héctor Marsili: "Las nuevas inversiones traen problemas para la rentabilidad"

El ejecutivo prevé dos o tres años de precios buenos para la soja en los mercados internacionales

Momentos después de anunciar inversiones por 200 millones de dólares en el sur santafesino en los próximos dos años, el presidente de Cargill en la Argentina, Héctor Marsili, accedió a dialogar con La Capital. Durante la charla, que se realizó en la sede local del gobierno provincial luego de la entrevista celebrada por la cúpula de la multinacional con el gobernador Jorge Obeid, detalló los proyectos previstos para las actuales instalaciones de Puerto San Martín y la construcción de una planta de procesamiento de aceite y proteínas de soja y un puerto en Villa Gobernador Gálvez (ver aparte).

Marsili también se refirió a la situación de la industria aceitera, analizó las expectativas de precios para la soja en el mediano y largo plazo y la importancia de profundizar la hidrovía, que permitiría la importación de comodities granarios de otros destinos, agregarles valor en la Argentina y reexportarlos a terceros países.

-¿Existe alguna diferencia entre el boom de inversiones en los noventa y el actual?

-Nosotros estamos en la Argentina desde la década del cuarenta, hemos invertido en los 80, 90 y vamos a invertir en esta década. Creemos que debemos acompañar el crecimiento agrícola que vive el país. En la actualidad Argentina produce 70 millones de toneladas de granos. Nosotros anticipamos en 1990, cuando muchos nos trataron de locos, que la Argentina iba a terminar en el 2010 produciendo 100 millones de toneladas. Y seguimos convencidos de eso. Es lograble, inclusive al ritmo actual, que ese objetivo se alcance aún antes si hacemos las cosas bien. Apuntamos a ir en paralelo con el crecimiento.

-Uno de los puntos distintivos de los noventa sería la necesidad que plantean algunos sectores de diferenciación en el almacenaje de la producción. ¿Cargill está pensando las inversiones teniendo en cuenta estos requisitos?

-Nosotros estamos trabajando en diferenciación cuando el cliente lo paga. Lo que debemos tener siempre en cuenta es que todo aquello que agrega valor significa compartir ese valor con aquel que lo recibe. Y en ese sentido tenemos clientes a los cuales les prestamos servicios de diferenciación.

-¿Pero en los proyectos que la compañía tiene en marcha hay una apuesta a ampliar el abanico de servicios de diferenciación?

-Creo que existe la suficiente diferenciación que el mercado local permite. El hecho de que el sector industrial instale nuevas fábricas y puertos, como las que estamos anunciando, es un gran avance respecto de exportar sólo granos de soja indiferenciados. A partir de allí, se puede seguir agregando valor. Es algo que estamos haciendo e incrementaremos en el futuro. Cargill a nivel mundial se está encuadrando dentro de la visión de transformarse más en una empresa que brinda soluciones sustentables a clientes, más que trabajar sólo con productos indiferenciados. Es algo que ya estamos haciendo en la Argentina y que con las nuevas inversiones apostamos a potenciar aún más.

-¿Con las nuevas inversiones, la Argentina estaría lista para absorber una capacidad de cien millones de toneladas como se pregona?

-Creo sí. Es más, creo que con estas últimas inversiones anunciadas seguramente se producirán problemas de rentabilidad en el sector en los próximos años, una vez que estén completadas las inversiones.

-¿Un fenómeno similar al que sucedió en los 90?

-Sí. En la Argentina se terminará instalando una sobrecapacidad. Por eso la importancia de profundizar el calado de la hidrovía para la importación de granos de terceros países, porque la apuesta está no sólo en el procesamiento de la producción local, sino en que las instalaciones que están radicadas en el país agreguen valor a productos de distintos lugares y puedan ser reexportados después hacia otros destinos.

-¿Cuál es su análisis sobre los precios de los comodities?

-En el corto plazo seguirán sujetos a las variaciones climáticas y a la evolución de la demanda china. Ahora en el mediano y largo plazo, teniendo en cuenta períodos de treinta años, el precio promedio de la soja volverá al 60 por ciento del valor que hoy marcan las pizarras. En el largo plazo el precio de equilibrio no es el actual, sino un 40% menos.

-¿Y para cuándo considera que retornarán esos valores para el precio de la soja?

-Posiblemente, como mucho, en dos o tres años. Tal vez antes. Hoy el precio está afectado por clima en el hemisferio norte, menores stocks y la creciente demanda de China. Pero una vez que se estabilicen los pedidos del país asiático, la soja volverá a los niveles históricos. Esperamos que el nivel de retenciones que tiene hoy la Argentina se hayan eliminado para ese entonces.

-¿Los productores argentinos deberían entonces sacar las cuentas en base a los números históricos mirando en el largo plazo para no llevarse una sorpresa?

-A los productores locales no hay que enseñarles nada. Ellos demostraron que saben muy bien lo que hacen.

-¿Cómo están las relaciones con el gobierno nacional después del conflicto que se produjo el año pasado en torno a las ganancias de las exportadoras?

-Realmente nunca tuvimos conflictos con el actual gobierno, creo que por ahí había malentendidos. De nuestra parte, hemos hecho todo lo posible para mejorar el nivel de comunicación.

M.C.

Marsili estima que la soja volverá a los valores históricos.