Año CXXXVII Nº 48284
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
La Región
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Señales
Economía
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Campo 31/01
Salud 28/01
Autos 28/01


contacto

servicios

Institucional

 domingo, 01 de febrero de 2004

Perspectivas. Transformaciones en la economía provincial
Gente que busca gente
Empresarios y comerciantes coinciden en afirmar que la reactivacion impulsada por el sector agropecuario genera una mayor demanda de oficios en el sur de Santa Fe

Walter Gasparetti / La Capital

Un empresario del rubro metalúrgico debe esperar seis meses para conseguir un albañil y de esa forma techar el garaje de su casa. La esposa de un médico no logra dar con personal doméstico para tareas de limpieza. Un constructor pide a gritos un técnico mecánico y otro no puede incorporar un soldador, a pesar de los insistentes pedidos que publica en los diarios.

Los pueblos y ciudades del sur de la provincia de Santa Fe enfrentan un nuevo fenómeno a partir de la reactivación que motoriza el sector agropecuario. En algunas localidades contratar un albañil puede convertirse en una tarea difícil, al igual que ciertas especialidades que comenzaron a ser requeridas por el sector industrial.

El aumento de la demanda de torneros, soldadores, albañiles, mecánicos, hizo que muchas personas orientaran su capacitación hacia estos oficios, aunque no siempre el dictado de los cursos acompaña la necesidad laboral de los sectores productivos (ver aparte).

La realidad del pleno empleo no es idéntica en todos los pueblos y puede diferir en apenas 20 kilómetros de distancia. Las poblaciones que vieron erradicar la desocupación en unos pocos meses (algunas tienen un solo dígito de desempleo) son las que poseen una economía ligada al sector agropecuario y al sector de la maquinaria agrícola.

El incremento de la construcción constituye un claro indicio de la mejora. Como en otras épocas, se vuelven a observar montículos de arena y piedras en las veredas y a los costados de las calles. Muchas familias aprovecharon la mejora de la coyuntura para efectuar arreglos, remodelaciones y mejoras de las viviendas.

"No logro conseguir soldadores y no doy abasto con los pedidos. La construcción tuvo una reactivación enorme en esta zona y tenemos varios problemas: además de no conseguir mano de obra especializada, los proveedores no nos entregan hierro", comentó Rubén Cesarini, propietario de una empresa que instala estructuras metálicas de Cañada de Gómez.

Idéntico comentario realizaron representantes de la firma Morder Construcciones de Armstrong. La firma posee un plantel de trece trabajadores, en su gran mayoría albañiles. "Es muy difícil conseguir obreros de la construcción. Desde hace alrededor de un año tenemos que rechazar trabajos ante casos de celeridad", señalaron.

La mayor demanda para Morder proviene de los establecimientos rurales para la construcción de plantas de silos. "La empresa siempre tiene tres obras en marcha, pero tendría posibilidades de crecer si tomara los pedidos que provienen de productores interesados", dijeron.


Hay vacantes
Juan Carlos Abbondanzieri es el titular de una empresa que se dedica a realizar instalaciones de gas. Hace unos pocos días solicitó un técnico mecánico para confección de planos y otras tareas. "Sacamos el aviso varios días y sólo vinieron dos interesados cuando en Cañada de Gómez hay una escuela de la que egresan técnicos todos los años", comentó.

La empresa Cinal-For de Las Parejas se vio obligada a contratar personal de Carcarañá para ejecutar tareas de soldadura. "Tuve que traer gente de otros pueblos y motivarlos a que se radicaran en esta ciudad. Tenemos el mismo inconveniente para conseguir pintor", explicó Carlos Formía, titular de ese establecimiento.

La recuperación de las economías regionales generó emprendimientos públicos y privados. El caso del banco Solidario de Firmat es, quizá, el más emblemático. La entidad, que articula la órbita estatal y privada, posibilitó cerca de treinta emprendimientos con un recupero del ochenta por ciento.

"Quienes reciben un pequeño crédito son conscientes de que están participando de un modelo cuya base es la solidaridad y defienden el banco Solidario como propio. En no pocos casos, los emprendedores vuelven a solicitar otro préstamos para potenciar las iniciativas encaradas", comentó el coordinador general de la entidad, Gabriel Giménez.

Evidentemente el consumo está creciendo más en las ciudades chicas por el impacto económico que generó el sector agrícola. Hoy ya nadie desconoce que en algunos hogares hubo una recuperación del poder de compra. Esto se ratifica con una mera observación de los centros comerciales con motivo de las compras navideñas.

La dificultad para hallar un cartel que diga "se alquila" constituye otra de las realidades en pequeñas y medianas localidades. En Villa Constitución -por ejemplo- se ha transformado en una tarea imposible. Los operadores inmobiliarios lo atribuyen a la incipiente reactivación industrial y la ausencia de políticas oficiales para la construcción de viviendas.

Armstrong y Las Parejas soportan un proceso de migración interna que desencadenó en la escasez de viviendas para arrendar. La primera fuente demandante de personal, a principios de 2002, fueron las industrias que fabrican máquinas agrícolas. Estas empresas tuvieron la reactivación más importante de los últimos cincuenta años.

La reactivación del sector inmobiliario constituye otro de los efectos que se observan en el sur de Santa Fe. Empresas inmobiliarias señalan la recuperación de la demanda y también de los alquileres, aunque en algunas ciudades el precio de las propiedades no se ha acomodado al ritmo de la devaluación.

En algunos pueblos pronunciar la palabra desocupación es sinónimo de pasado. El presidente de la comuna de Bombal, José Saúl Betti, asegura que en ese pueblo casi no hay desocupación. "Las cosechas vinieron bien, la gente comenzó a edificar y comprar herramientas. Eso movilizó el mercado interno", comentó.

En Cañada de Gómez, por ejemplo, un estudio realizado por la Fundación para el Desarrollo de Cañada de Gómez (Fudeca) reveló que la desocupación tuvo una caída de casi cinco puntos con relación al año pasado. No obstante, el índice está en el orden del 14 por ciento.

La reactivación es una realidad y un termómetro para medirla es el estado de ánimo de los trabajadores que buscan mejores condiciones de empleo. Otros comienzan a diseñar proyectos empujados por el entusiasmo, aunque aun la desocupación en el país siga estando en los dos dígitos.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
En los pueblos del sur provincial dicen que falta mano de obra capacitada en diversos rubros.

Notas Relacionadas
Orientaciones


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados