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 domingo, 18 de enero de 2004

Neuquén: El hogar de la Fortinera
En Plaza Huincul abre sus puertas el Museo Municipal Carmen Funes, con los restos del dinosaurio herbívoro más grande del mundo

En una casona de la ciudad neuquina de Plaza Huincul, baja y de paredes pintadas de rosa intenso, que en el siglo pasado fue un hospital de YPF y después una escuela, funciona actualmente el Museo Municipal Carmen Funes, donde se exhiben los restos fósiles del dinosaurio herbívoro más grande del mundo.

El Argentinosaurus huinculensis, de 45 metros de largo y 18 de alto, fue descubierto por Guillermo Heredia a tres kilómetros de Plaza Huincul, en mapuche "loma chata", vecina a Cutral-Có, que significa "agua de fuego", ambas localidades arraigadas en el extenso desierto patagónico al amparo de la explotación petrolera.

El nombre del museo es un homenaje a Carmen Funes de Campos, apodada "la pasto verde", dueña y señora de la aguada de Plaza Huincul desde 1900 hasta 1916, cuando murió. La tumba de quien fuera la primera pobladora cristiana de la zona está en Plaza Huincul.

También se la conocía como la fortinera que ayudó a las tropas durante la Campaña del Desierto. Pocos años después, en 1922, se creó YPF y la destilería Plaza Huincul, precedidos, desde 1913 por la llegada del Ferrocarril Sud, un signo del progreso que se avecinaba.


Primer pozo de oro negro
En el ingreso a Plaza Huincul está el Monumento al Pozo Nº 1, donde el 29 de octubre de 1918 surgió petróleo por primera vez, y que desde 1977 es un sitio declarado Monumento Histórico.

El pintor Oscar Campos inmortalizó a Carmen en un cuadro, imaginando la mentada belleza de la fortinera mendocina, ya que ningún testimonio quedó de su aspecto físico. Junto a ese cuadro, que ocupa un sitio especial en el museo, se le atribuye a Jean Costeau haber dicho que prefería el mito a la historia, porque la historia está hecha de verdades que terminan convirtiéndose en mentiras, mientras que el mito está hecho de ficciones que a la larga se revelan verdaderas.

La historia de Carmen Funes, ya definitivamente en el pasado del desierto patagónico, está unida al misterio aún no develado de los dinosaurios, criaturas que habitaron estas tierras cuando eran un vergel.

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