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 domingo, 18 de enero de 2004

Aclaran un atraco en un comercio de San Lorenzo al 1600
Un detenido por robar y balear al dueño de un local de telefonía
Tiene 25 años y una condena. Un hermano suyo murió baleado por una quiosquera hace 16 días en Ludueña

A Eduardo Miguel Cuenca, de 25 años, le faltaba poco más de un mes para saldar su cuenta pendiente con la ley. Estuvo casi cinco años preso acusado de robo calificado y hace un tiempo que accedía a salidas transitorias los fines de semana. Pero el viernes a la tarde lo detuvieron nuevamente: esta vez la policía lo señala como uno de los hampones que irrumpieron en un local de telefonía celular y balearon a su propietario el sábado último.

De acuerdo a la hipótesis policial, Cuenca habría reincidido en el delito exactamente una semana después de que su hermano menor, Martín, fuera asesinado de un escopetazo en el pecho a manos de una mujer embarazada de ocho meses, que según la policía y un juez de instrucción defendió a su marido de un asalto a su quiosco, ubicado en barrio Ludueña.

El atraco por el que ahora es investigado Eduardo Cuenca ocurrió el sábado 10 después de las 13, en el negocio de telefonía celular ubicado en San Lorenzo al 1600. Durante el hecho fue herido de bala Marcelo Scopetta, de 34 años, quien recibió un plomo incrustado en la clavícula.

Aquel día los dos ladrones llegaron y de inmediato esgrimieron sus armas. En el local habían unas cinco o seis personas, todas fueron a parar al piso, boca abajo, mientras los hampones guardaban medio centenar de aparatos en un bolso. El momento más difícil se vivió cuando Scopetta llegó al lugar y se encontró con los ladrones. La víctima intentó impedir el atraco y como respuesta recibió un tiro que le dio en un hombro.

En base a los testimonios y descripciones que brindaron testigos los efectivos dieron con Cuenca, al que arrestó el viernes a la tarde a 200 metros de su casa. Los investigadores tuvieron en cuenta dos cosas: el reconocimiento que hicieron las víctimas en álbumes fotográficos y las versiones de que la mujer del sospechoso estaba ofreciendo celulares a bajo precio.

Por eso el viernes, agentes de la Brigada de Investigaciones allanaron su vivienda de Carrillo al 1200, pero no encontraron nada que lo vinculara directamente con el hecho. Fuentes policiales le asignan a este hombre de 25 años un historial de delitos que arrancan desde cuando era menor de edad. Estaba preso, con salidas legales, en la cárcel de Riccheri y Zeballos.

Un hermano suyo, Martín, fue muerto de un escopetazo el viernes 2 de enero en la puerta de un quiosco ubicado en Formosa al 400 bis, en pleno barrio Ludueña. De acuerdo a la versión oficial, Martín y un grupo de amigos habrían intentado asaltar al propietario del negocio, Marcelo Lescano, quien se encontraba en la puerta del modesto local.

La situación fue advertida por la mujer de Lescano, Mirta Moreyra, embarazada de cuatro meses, quien tomó una escopeta y disparó contra los intrusos. Así cayó mortalmente herido Martín Cuenca. El juez de instrucción Nº 8, Juan José Pazos, determinó que la mujer actuó en legítima defensa y dispuso su excarcelación. El matrimonio no quiso regresar a la casa y quiosco que habían alquilado hace apenas un mes: se marcharon del barrio.

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La madre del comerciante Marcelo Scopetta, baleado hace ocho días.

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