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 miércoles, 07 de enero de 2004

La confesión. Pontaquarto tuvo un día agitado en tribunales con dos careos
De Santibañes sufrió el primer revés en la causa por los sobornos
Su ex chofer en la Side incurrió en innumerables contradicciones y fue acusado de falso testimonio

Luis Alberto Ruidia, el chofer que la Side le asignó al ex Señor 5 Fernando de Santibañes, se convirtió ayer en el primer acusado por "falso testimonio" en la causa que investiga los sobornos en el Senado de la Nación luego de dejar enormes dudas tras seis horas de declaración y un careo con el arrepentido Mario Pontaquarto.

Según fuentes judiciales, Ruidia ni siquiera pudo dejar en claro si todavía trabaja en la Side o si lo hace para De Santibañes, porque dio "cuatro versiones" de la relación que mantiene ahora con el ex jefe de la Side, con quien además reconoció haber hablado días atrás.

Mientras el juez ordenó ahora que la Side especifique su situación, los investigadores creen que el testigo aún manejaría el auto de De Santibañes, aunque que no se explican cómo supuestamente cobra 1.500 pesos por mes y le hace frente a un crédito del mismo monto, trascendió.

Lo que sí terminó confesando Ruidia, tras un torbellino de preguntas, es que para el 18 de abril del 2000, día en que se habría retirado el dinero de la Side para el pago de las coimas, él conducía un Renault Laguna blanco con vidrios polarizados, tal como lo había dicho el ex secretario parlamentario que reactivó la investigación.

Pontaquarto había asegurado que un auto de esa marca había custodiado su viaje hasta el Congreso nacional donde llevó los cinco millones de dólares e incluso describió las características del chofer que se asemejaban a las de Luis Ruidia.

"Este es el hombre", dijo Pontaquarto al verlo en el despacho del secretario, pero el testigo respondió con un rápido: "Yo no soy".

Cuando le preguntaron, no obstante, si conocía al arrepentido, la respuesta de Ruidia dejó mudos a los presentes: "En esos momentos uno no mira", comenzó a balbucear Luis Ruidia que, cuando escuchó que le preguntaban a qué "momentos" se refería, volvió sobre sus pasos y aclaró que no prestaba atención a las caras de "los otros choferes".

"No dijo nada coherente, su testimonio ni siquiera tenía un hilo", relataron fuentes judiciales que presenciaron la audiencia. Incluso, en un momento se le preguntó si conocía el despacho del ex director de Finanzas de la Side Juan José Gallea y él dijo que no, pero luego no tuvo ningún problema en dibujarlo. Lo mismo hizo con el sector cinco de la central de espías.

La gran cantidad de vaguedades y contradicciones pronunciadas por Ruidia llevaron a los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado a denunciarlo por falso testimonio, un pedido que fue aceptado por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien ahora remitirá sus dichos a la Cámara Federal para que otro magistrado lo investigue por un delito que prevé penas de hasta 4 años de prisión.

No obstante, el detalle del Renault Laguna blanco no fue el único que dejó conforme a los investigadores, porque también reveló que no había ninguna otra "Gladys" que trabajara en el Sector 5 de la Side.

Así, Ruidia dio por tierra así con el testimonio de Gladys Mota, la aun secretaria de De Santibañes que declaró el lunes y que fue sindicada por Pontaquarto como la persona que le entregó el dinero en el garage de la Side, junto al chofer.


El hombre del anónimo
Además, el juez Canicoba Corral, su secretario Marcelo Sonvico, los fiscales y los directivos de la Oficina Anticorrupción participaron de la declaración de Alejandro Gordo Colombo, quien era el segundo de Pontaquarto en el Senado.

Hace más de tres años, Colombo habría entregado al entonces vicepresidente de la Nación Carlos Chacho Alvarez un anónimo que describía la maniobra y ahora se encuentra sumariado por cuestiones administrativas.

Según Pontaquarto, Colombo le había dicho que quería ubicarlo "para hablar" Martín Fraga Manchini, asesor del senador Remo Constanzo, imputado en la causa y quien se pensó que podría ser el segundo arrepentido de la causa.

Ayer, Colombo aclaró que era verdad que Fraga Manchini lo había llamado entre setiembre y octubre del año pasado, pero subrayó que éste "nunca le pidió contactar a Pontaquarto" y que su ex jefe y ahora arrepentido pudo haber malinterpretado las cosas.

Como Pontaquarto ya estaba en los tribunales -esperando enfrentar a Ruidia-, los investigadores ordenaron un segundo careo en el que los dos protagonistas pidieron dejar constancia de su amistad. "Fue emotivo porque los dos se quebraron, pero Colombo no lo desmintió sino que relativizó sus dichos", señalaron las fuentes.

Pero, además, su situación es difícil porque esta suspendido en el Congreso y su mujer es empleada allí, así que su declaración no sería totalmente libre.

Al término de la audiencia, Mario Pontaquarto pidió salir a fumar y charló enérgicamente con Colombo en los pasillos en donde podía verse que pronunciaba frases como "yo te dije" o "vos me dijiste".

Para hoy fue citado a declarar al actual senador Rodolfo Terragno, mientras el jueves próximo será el turno del ex senador imputado Emilio Cantarero y un día después se espera a De Santibañes. El lunes, en tanto, será el turno del ex senador radical José Genoud.

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Mario Pontaquarto confrontó los testimonios de dos testigos y cada vez cobra más fuerza su relato de la coima.

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