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 miércoles, 07 de enero de 2004

Charlas en el Café del Bajo

-"Mi querido Inocencio: en realidad y como le decía en mi carta anterior, los precios en las regiones turísticas argentinas no son accesibles para una amplia franja de la sociedad que está en los límites de la pobreza. Es decir, muchos argentinos no pueden acceder a esas merecidas vacaciones al que todo ser humano tiene derecho. Para otra amplia franja de los argentinos, que sería lo poco que hoy queda de aquella próspera clase media de otros tiempos, los precios resultan caros".

-Veamos que dice Candi sobre tarifas y precios en Córdoba.

-"Comencemos por alojamiento: una hostería de dos estrellas, modesta, con servicios básicos para dos personas, tiene una tarifa de entre 35 y 50 pesos. Mejorando el servicio debe pensar en un costo diario básico de entre 52 a 60 pesos, siempre para dos personas. Un hotel de dos estrellas, sin piscina, cuesta 45 pesos. Mejores servicios y piscina, entre 60 y 75 pesos. Un hostal, tipo casa de campo con amplio parque, piscina de dimensiones modestas, con desayuno, sin televisor en la habitación, pero confortable, parte de 64 pesos. Si usted quiere alojarse en el hotel El Castillo, en la localidad de Valle Hermoso, el famoso hotel que perteneció a la Unión Obrera Metalúrgica y que hoy fue adquirido por un médico de San Luis, debe pagar 125 pesos por día. Obviamente dispone de todas las comodidades. Insisto, siempre hablamos de tarifas dobles, para dos personas".

-Ciertamente no son tarifas que estén al alcance de todos.

-"Un hotel de tres estrellas en La Falda, con buena piscina, pues está en 80 pesos diarios. Servicios adicionales como bañeras con hidromasajes, pues piense en 95 pesos. Si lo que usted busca es turismo de estancia, bueno..., cáigase de espaldas: en una conocida estancia de Villa Giardino la habitación doble, linda, pero nada del otro mundo y sin TV está 240 pesos. ¿Qué me cuenta? Claro, incluye el desayuno americano y la cena (sin bebida) y una cabalgata. La Cumbre, como siempre, es más cara. ¿Hablamos de comidas? En una pizzería de poco brillo una cerveza cuesta 4 pesos y una pizza desabrida de muzzarella 5,50 pesos. Si quiere cenar en un restaurante de medio pelo debe pensar en 14 pesos por persona comiendo algo sobrio. Un restaurante de más categoría, con menúes elaborados y algún vinito de marca, pues amigo demandará que esté preparado para desembolsillar no menos de 24 pesos por persona".

-Hago cuentas y una vacaciones modestas, con confort básico y comida livianita, es decir "una vacación gasolera o a gas" no me cuesta menos de 120 pesos por día si voy acompañado. ¡Hum!

-"Hace algunos años, cuando recorrí los sierras de Viarava y Charava, es decir las sierras centrales argentinas, fotografiando, filmando y estudiando las costumbres de los comechingones, la etnia que junto con los sanavirones pobló esta región, descubrí que los aborígenes argentinos de las llanuras (ranqueles por ejemplo, y otras tribus) en verano "vacacionaban" en las sierras cordobesas. El profesor Terrera, de la Universidad Nacional de Córdoba, cuenta en uno de sus libros que lo hacían para recibir la gran energía que emana de este macizo de la época del Precámbrico y para reponer fuerzas. Ya ve usted, querido amigo, que tomarse vacaciones no es un lujo, sino una necesidad para el cuerpo y el espíritu. El ser humano necesita no sólo el descanso, el hacer un alto por determinado tiempo en su tarea cotidiana, sino además mudarse por un tiempo a otros medios ambientes. Sin embargo, el sistema argentino impide que esto se concrete. ¿Me dirá usted que las plazas están colmadas?

-Sí, ciertamente si estuviera aquí le diría eso.

-"Pero eso es un engaño y yo le voy a contar de donde proviene esa gente. Primero: de aquellos que ya no pueden viajar más al exterior por el cambio y que se conforman con quedarse en el país; segundo: de aquellos pocos cuya situación mejoró (productores agropecuarios); tercero: de aquellos que antes acostumbraban a quedarse 15 días pero ahora deben conformarse con 7; cuarto: de los que antes venían con cierta holgura y ahora vienen con lo que pueden (hasta en carpas y endeudados) con tal de dejar atrás las penas cotidianas. ¿Cuántos se hacían una escapada de una semana y ahora deben conformarse con La Florida? Muchos ya no viajan, otros jamás podrán. Mientras tanto, no se advierte que hay dos Argentinas: la real y la utópica.

Candi II

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