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 domingo, 26 de octubre de 2003

La viuda Chiang, la dama que dominó la escena neoyorquina medio siglo

Thomas Burmeister

Nueva York. - Mucho antes de que la viuda de John Lennon, Yoko Ono, se convirtiera en la asiática más famosa de la sociedad neoyorquina, Madame Chiang Kai-Shek era la gran favorita. "Lo único oriental en mí es mi rostro", dijo ella una vez. ¡Y qué rostro! Un diario estadounidense comentó una vez que Madame Chiang, que murió el jueves a los 106 años, era la china más bella de Nueva York. A ese atributo, se le sumaba una gran inteligencia y pocos escrúpulos.

Desde Nueva York, la joven de la distinguida familia Soong, que dominó la política y la economía chinas en la primera mitad del siglo pasado, conquistó el corazón de los estadounidenses y sus talonarios de cheques. En 1943, generó una ola de apoyo para los nacionalistas chinos liderados por su esposo, Chiang Kai-Shek.

Con un encendido discurso ante ambas cámaras del Congreso, la bella mujer influyó considerablemente en la política de Washington hacia China. Varios miles de millones de dólares fueron a parar a las arcas nacionalistas chinas. El movimiento había derrocado a la última dinastía de emperadores y prometido democracia y modernización al país, aunque luego no pudo sostenerla en dos frentes: contra la invasión japonesa y contra los comunistas de Mao Tse Tung.

En parte, seguramente, porque la bella Madame Chiang y su esposo desviaron varios cientos de millones de los dólares donados a sus cuentas privadas.


De Taipei a Manhattan
En 1949, las tropas de su marido se retiraron a la isla de Taiwán en su huida de las tropas de Mao. Cuando Chiang Kai-Shek murió en 1975, la bella viuda armó sus maletas y las envió a Manhattan, la verdadera isla de sus sueños. La china, educada en la religión cristiana y que vivió entre los diez y los 19 años en Estados Unidos, se convirtió pronto en una de las figuras más llamativas de Nueva York. Hasta que se retiró afectada por la artrosis y un cáncer de mama, recibía invitados en su departamento de Manhattan o en la propiedad de 15 hectáreas de la familia, en Long Island.

Muchos misterios rodeaban a Madame Chiang, entre ellos, el de su verdadera edad. Ella decía que había nacido en 1899, pero algunos biógrafos aseguraban que había venido al mundo en 1897. La prensa taiwanesa sostenía este viernes que había nacido en 1898.

Madame Chiang, cuyo nombre de soltera era Soong Mei-ling, atribuía el haber llegado a una edad tan elevada a su fe, combinada con levantarse temprano. "Rezo regularmente una hora en la madrugada", solía decir la señora, que nunca tuvo hijos.En su época de esplendor, Madame Chiang fue sin duda el arma diplomática más potente de Taiwán en Estados Unidos. Con su ayuda, los chinos de la isla pudieron defender durante mucho tiempo el asiento de China-Taiwán en las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad. En 1971, éste le fue concedido sin embargo a la República Popular China, el país más poblado del planeta y enemigo mortal del gobierno de Chiang.

Los enemigos de la señora Chiang la describían como una ambiciosa "dragon lady" (mujer dragón), que podía hacer con los hombres lo que quisiera.

No extraña que haya sido una mujer la que ayudó a EEUU a descubrir el verdadero rostro de la bella. Eleanor Roosevelt, esposa del presidente estadounidense, le preguntó a la china en una cena en la Casa Blanca qué haría con los mineros en huelga. Madame Chiang movió sin palabras su dedo con la uña pintada de rojo de izquierda a derecha delante de su garganta. "Esta mujer puede hablar maravillosamente de democracia, pero no sabe cómo se vive en ella", comentó la señora Roosevelt. (DPA)

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En Taiwan se alzaron numerosos altares en homenaje

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