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 miércoles, 01 de octubre de 2003

Este Newell's juega de acuerdo al ritmo que impone el Viejo Patiño
El rendimiento del colombiano incidió directamente en el funcionamiento colectivo

Luis Castro / La Capital

Con Patiño, Newell's es una cosa. Sin él, es totalmente distinto. El colombiano marca el camino de la lepra y con sus notables cualidades futbolísticas logra hacer la diferencia en cualquier cancha donde se presente. El volumen de juego leproso gira en base a lo que pueda dibujar gracias a su inteligencia en los movimientos que realiza.

En el primer tiempo de Newell's, el Viejo, quien viene recuperándose de una ruptura microfibrilar, logró complicarle la existencia al equipo del Patón, que sufrió horrores con lo que hacía dentro del terreno de juego. Además, con la complicidad de Mauro Rosales, generó las situaciones de gol que rondaron por el arco defendido por Laureano Tombolini.

El enorme transitar y despliegue realizado en esa primera mitad hicieron mella en el físico de Patiño y al bajar su nivel la lepra lo sintió y, por ende, el juego rojinegro se desdibujó. Ese momento fue aprovechado por el sabalero, que en esos momentos supo capitalizar la situación y hacerse dueño de la geografía del terreno.

Pero cuando logró recuperar el aire, el Viejo diagramó una jugada que terminó con un golazo que desató el delirio de los simpatizantes leprosos que a esa altura no veían con mal agrado el punto que estaban consiguiendo.

El desconcierto total de Colón trató de ser aprovechado por Newell's, que generó inmediatamente una jugada que pudo haber dado el golpe de nocaut al equipo de Bauza cuando Mauro Rosales no pudo con Tombolini en el mano a mano.

La fiesta parecía ser toda leprosa. Así lo sentía su gente y los jugadores, pero en el epílogo del partido Moreno y Fabianesi - un ex canalla- le ahogó la felicidad.

Newell's diagramó y ejecutó un buen plan. Estuvo muy cerca de conseguir la victoria ante un rival durísimo, pero le faltó saber aguantar el resultado. Tal vez una de las mayores deficiencias pueda estar en la dependencia que tiene el equipo con Patiño, porque cuando él desaparece el fútbol se complica. Por eso, con Patiño, Newell's es una cosa y sin el Viejo es otra.

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