Detallada acusación de una ex informante de la UR II en Tribunales

Denuncian al subjefe de policía por conexiones con piratas del asfalto

Lo acusaron de haber integrado una banda con subordinados de la zona de la comisaría 10ª. Se dieron nombres

Graciela Pacheco, una mujer que durante diez años ofició como informante policial, denunció en Tribunales que el jefe interino de la Unidad Regional II, comisario mayor Luis Selak, formó parte de una banda dedicada a la piratería del asfalto mientras fue inspector de zona en el sector que incluye a la comisaría 10ª. La mujer reveló que de esa presunta sociedad delictiva participaban el entonces titular de esa seccional, el comisario Hugo Correa, y el dueño de una empresa de seguridad privada de la zona norte. Y refirió que en ocasiones empleaban a policías de inferior rango para mover los camiones asaltados hasta el lugar donde vaciaban la carga.

La de ayer es la cuarta denuncia que Pacheco radica en Tribunales para ventilar maniobras oscuras de la fuerza con la cual colaboró durante una década, hasta que "un quiebre" en esa relación la impulsó a denunciar presuntos negociados que involucraban a personal de la 10ª, en cuya jurisdicción vive. Tres semanas atrás sus acusaciones cobraron alcance nacional cuando denunció a cinco policías de esa repartición por intentar silenciarla mediante amenazas.


Asaltos a camiones de carga
El 21 de agosto pasado, Pacheco dijo que Correa y cuatro subordinados a los que identificó como "Bordón, Muiño, Celaya y Bidú" actuaban en connivencia con un grupo de delincuentes del barrio dedicados al robo de comercios, asaltos a mano armada, y vaciamiento de casas; además de extorsionar a los padres de chicos detenidos para no iniciarles causas penales. Entonces ya había deslizado públicamente lo que amplió ayer: "Lo que pasa es que los piratas trabajan para un miembro de la cúpula de la Unidad Regional II".

Pacheco se presentó a las 18, acompañada de una abogada, en la fiscalía en turno de los Tribunales provinciales, a cargo de Adriana Camporini. Allí reveló que el segundo jefe de la Unidad Regional -quien en forma interina está a cargo de la fuerza por encontrarse de licencia su jefe, Luis Pogliese- integró una asociación dedicada a la piratería del asfalto desde comienzos de 2002 hasta noviembre de ese año, cuando ella se presentó ante la Dirección de Asuntos Internos a radicar su primera denuncia por el tema. Aunque en esa oportunidad no acusó a Selak, que tras aquella presentación fue removido de la inspección de zona 2ª.

"He comprobado que traían camiones con combustible desde Ramallo. Usaban a un subalterno para mover el camión y descargaban la carga en estaciones de servicio de Rosario", aseveró la mujer, que dijo contar con pruebas para acreditarlo. Los asaltos, dijo, ocurrían contra todo tipo de camiones de carga. De acuerdo con la denuncia, la supuesta banda estaba integrada por Selak, Correa, y un hombre de apellido Sosa que es el dueño de una agencia de seguridad privada a la que identificó como "Ranger".

"Este Sosa tiene a 38 empleados trabajando pero sólo 8 de ellos están habilitados. Tiene una 4x4 Toyota. La agencia custodia las zonas de la seccional 10ª y parte de la 9ª. Ellos son los que le delataban a Correa cuando una casa estaba vacía o sus dueños de vacaciones. Iban con los empleados de seguridad y las desvalijaban. Después pasaban las "mudanzas" custodiadas por la 4x4 de Sosa y un patrullero de la 10ª", reveló la mujer.

Según Pacheco, "los pinches de la comisaría morían en la jugada". Pero sí formaba parte estable de la organización "una bandita de tres delincuentes comunes que reducían a los camioneros y los retenían en una Trafic blanca. Uno de ellos se fue a vivir a España después de mis denuncias. Además los jefes contaban con la complicidad de un policía de apellido Rossi, creo que subcomisario, que estaba en la subcomisaría 2ª. Y de un ladero de Rossi al que le dicen Papa con brotes".

La informante reveló que en ocasiones los piratas actuaban en connivencia con los choferes. En esos casos, dijo, no se labraba acta y no se daba cuenta del caso a Tribunales. De lo contrario, "se inventaba que el hecho fue en jurisdicción de la 10ª cuando no era así. También participaban los cuatro subalternos de Correa a los que denuncié ante el doctor (Luis María) Caterina. No por casualidad, cuando ocurría alguno de estos hechos uno de ellos estaba como sumariante".


El galpón y la seccional
La mujer no precisó una cifra exacta pero aseguró que habrían cometido más de 15 hechos en los que, además de la Trafic blanca, empleaban un camión Renault color azul. Dijo que los piratas se apoderaban de todo tipo de cargas, como herbicidas, pintura y azúcar, que ocultaban en un galpón ubicado a la vuelta de la subcomisaría 2ª de Nuevo Alberdi, por calle Grandoli, hasta tanto lograran colocarlas.

"Todo lo que desaparecía en la ruta 34 y del lado de Córdoba iba a parar ahí. Esto ocurrió durante el año 2000 y lo sé porque en ocasiones los he seguido yo misma. Todo se calmó con mis denuncias. No sé cómo es ahora porque estoy con custodia policial y no puedo salir de mi casa", dijo Pacheco, quien instó a que se investiguen los patrimonios de los comisarios y manifestó temor de sufrir represalias. "Es muy probable que se me invente una causa y no me extrañaría terminar presa", dijo la mujer, que desde el mes pasado cuenta con custodia permanente frente a su casa de la zona noroeste.

El temor por su integridad física llevó a la mujer a enviar una grabación de todas sus denuncias a la presidencia de la Nación y el Ministerio del Interior.

La ampliación de la denuncia realizada ayer fue corroborada a este diario por la fiscal Camporini, que la derivará al juez Caterina como ampliación de las presentaciones anteriores.

Graciela Pacheco al salir de Tribunales.