Nueva reunión con jefes policiales

Buscan evitar una guerra campal por la muerte del taxista en barrio Ludueña

Admiten que muchos trabajadores están armados y desean "ir a la villa a buscar al asesino" de Aldana

Lucas Ameriso / La Capital

"Queremos evitar una batalla campal, porque acá hay muchos compañeros que están armados y quieren ir a buscar personalmente al asesino de «Juanchi» a la villa". Con estas palabras, el secretario general del Sindicato Peones de Taxi, Horacio Boix, mostró su preocupación frente al estado de indignación en el que se encuentran varios amigos de Juan Carlos Aldana, el joven de 35 años asesinado en la madrugada del lunes. "Si no lo encuentran va a haber problemas. Esto es una guerra que no puedo avalar, pero tampoco detener", se sinceró el titular de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti), Mario Cesca. Hoy, a las 9, habrá un nuevo contacto entre taxistas y funcionarios policiales.

Las pistas para dar con los autores del crimen, ayer parecían multiplicarse. Una fuente vinculada a la investigación policial indicó que un testigo ocasional dijo haber visto cómo una mujer con un bebé en brazos se subía al Renault 9 que conducía Aldana, e inmediatamente dos hombres trepaban al vehículo de alquiler.

Incluso ya comenzaron algunas pericias sobre el rodado. El reloj del taxi se habría activado a las 4.19 minutos del lunes y, según las fichas caídas durante el último viaje de Aldana, se consumieron unos cuatro pesos de recorrido.

Ayer, los investigadores trabajaban sobre los posibles recorridos que Aldana podría haber realizado antes de colisionar contra la precaria vivienda de Garzón y pasaje Einstein.

Pero la falta de resultados concretos, lejos de apaciguar los ánimos en el sector parece haberlos enardecido. Así lo reconocieron dirigentes del sector de los taxistas ante La Capital. "Estamos aconsejando que los muchachos no salgan armados, porque la ciudad sería el Far West, sabemos que hay que defender la vida pero la seguridad le corresponde a la policía", enfatizó Boix.

Al gremialista le llegaron varios comentarios de taxistas que querían ir ellos mismos a buscar a los asesinos de "Juanchi". "Si permitimos esto, terminamos en una guerra campal con varios muertos, porque en la villa hay más armas que en la policía", razonó el gremialista.

Cesca consideró que la única forma de contener a la gente es mostrar resultados de la investigación policial. "Si esto no ocurre, muchos van a querer hacer justicia por mano propia", advirtió para sentenciar: "Nosotros no vamos a negociar con la muerte de un compañero; y si las autoridades no encuentran al homicida, va a haber muchísimos problemas. Los delincuentes están en esa villa (en alusión al asentamiento de barrio Ludueña), sabemos quienes son y si no los va a buscar la policía, lamentablemente acá va a haber problemas".

Ayer por la madrugada comenzaron los operativos especiales para controlar taxis y colectivos en zonas estratégicas, tal cual se había acordado entre el Ministerio de Gobierno y los tacheros.

Decenas de efectivos de diversas agrupaciones trabajaron sobre las jurisdicciones de las comisarías 2ª, 9ª, 14ª y 5ª realizando inspecciones a vehículos del servicio público del transporte en 10 esquinas clave.

Además, y según confirmó Boix, a partir de hoy comenzará a funcionar el nexo entre la frecuencia de radio del Comando Radioeléctrico y las empresas de radiotaxi. A partir de las 9, los dirigentes taxistas se reunirán con el subjefe de la Unidad Regional II, Luis Selak. Y el lunes, Carranza tiene previsto volver a recibir a los taxistas. Al encuentro se sumará el secretario de Gobierno municipal, Juan Carlos Zabalza.

Los taxistas se movilizaron por el crimen.