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 lunes, 01 de septiembre de 2003

Emboscado y apuñalado al salir de un baile
Tras festejar el cumpleaños de su hermano, fue rodeado por siete personas. Un menor le hundió dos cuchillazos

Un albañil de 20 años resultó herido de dos puntazos en el tórax en una pelea que se desató a la salida de un baile de la zona oeste, al que había concurrido con su mujer y su hermano de 18, que festejaba su cumpleaños. El incidente se produjo a la salida del local cuando unas siete personas le impidieron el paso y la víctima intentó agredir a uno de los desconocidos con una botella. Un menor de 17 años fue detenido y reconoció haber apuñalado a la víctima con una pequeña cuchilla que fue secuestrada por la policía, aún con manchas de sangre, en el lugar donde lo apresaron.

La riña se desató a la salida de un baile en un garaje de Dean Funes y Avellaneda adonde Nicolás Victoriano Pereyra, de 20 años, había llegado con su mujer, Claudia Fernández, de 19, a festejar el cumpleaños de su hermano Sebastián. "Nos volvimos los tres juntos y a una cuadra del baile aparecieron unos tipos que buscaban a mi cuñado, aparentemente porque él había empujado a uno de ellos adentro del salón y por culpa de eso discutieron", contó Claudia en la sala de espera del Hospital de Emergencias donde su marido permanecía internado, fuera de peligro.

La pelea se inició en pasaje Caaguazú y Dean Funes a las 3.30 del domingo. "Pensé que era un robo. Los tipos empezaron a tirar tiros al aire y a pegarles trompadas a mi marido y a mi cuñado. Yo les pedía que no me hicieran nada porque estoy embarazada de tres meses", relató la chica. La joven reveló que su pareja llevaba una botella de cerveza con la que intentó defenderse de los agresores y dijo que en un momento logró escapar de la gresca, pero regresó para defender a su hermano. "En ese momento vi que un pibe flaquito le clavaba un cuchillo a Nicolás", detalló. La joven fue a pedir ayuda a la casa de su suegra para trasladar al muchacho herido al Hospital de Emergencias porque "la ambulancia no llegaba".

El revuelo y los gritos de la mujer preocuparon a los vecinos, que salieron a la calle, dispersaron a los atacantes y luego informaron a la policía el domicilio donde se habían refugiado. Allí los efectivos de la comisaría 18ª apresaron a unos diez jóvenes, seis de ellos menores de edad, entre quienes se encontraba el único que quedó imputado por el caso, un menor de 17 años para quien el juez de Menores Jorge Cartelle dispuso dos días de arresto domiciliario. Según un vocero de la seccional, el muchacho reconoció haber herido a Pereyra al ser amenazado con una botella.

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