Rosario hace punta en la atención a las víctimas de la violencia familiar

En dos semanas comenzará a funcionar Casa Amiga, siete departamentos donde las mujeres podrán alojarse

Unas 400 mujeres llaman mensualmente al Teléfono Verde -del programa de violencia familiar de la Municipalidad- para pedir ayuda. Son víctimas de agresión física, psicológica y otros graves conflictos que, además de encontrar escucha, son derivadas a distintos profesionales en busca de solución a sus problemas. Ahora, muchas de ellas contarán en la ciudad con otra alternativa que, a la sazón, resulta inédita en el país: "Casa Amiga", los hogares transitorios de Güemes 3081 que alojarán a siete mujeres por vez junto a sus hijos. La propuesta, lejos de ser un albergue, consiste en departamentos individuales totalmente equipados donde las mujeres podrán permanecer durante 6 meses y recibir contención psicológica, social, legal y capacitación laboral.

"La idea es que puedan recuperar aquí su autoestima, su autonomía y poder de decisión, para que luego puedan independizarse", adelantó la directora del emprendimiento, Beatriz Fulone.

La propuesta nació entre el Servicio Público de la Vivienda (SPV) y la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad, entidades que trabajan en forma conjunta el Plan de Igualdad de Mujeres y Varones creado en el 2001. Esto es, pensar la salud, la vivienda y la comunicación desde la perspectiva del género, peleando en cada ámbito los espacios propios de la mujer.

La Casa Amiga es sin dudas una batalla ganada en este sentido. Porque si bien existen proyectos similares en países como España e Italia, no hay hogares de este tipo en el país. "Esto de albergar a mujeres y sus hijos en viviendas individuales, es inédito. Son departamentos totalmente equipados y aquí podrán refugiarse y elaborar sus problemáticas por un plazo estimado de seis meses", resaltó Fulone.

Los requisitos para ingresar a Casa Amiga son varios, pero básicamente se tratará de albergar a mujeres en crisis con sus parejas o núcleo familiar, ya sean de Rosario o de localidades vecinas. "Un caso puede ser el de una mujer cuyo marido es alcohólico y se le hace difícil a ella y los hijos la convivencia en el mismo hogar", ejemplificó Fulone.

Otra exigencia que deberán cumplir las residentes de Casa Amiga es contar con un ingreso económico, aunque sea mínimo.

Los departamentos -que recibirán sus primeras huéspedes en dos semanas- tienen cocina, comedor, dormitorio y baño. Algunos cuentan con balcón y lavadero y otros comparten un patio con parrillero.

Y la forma de gestión de esta iniciativa también resulta innovadora. El reglamento de convivencia se pautará grupalmente entre la dirección de la casa y una organización no gubernamental que surgió de un concurso de ideas realizado por el Area de la Mujer municipal.

La responsabilidad recayó en el centro comunitario Alicia Moreau del barrio Empalme Graneros, una organización que lleva tiempo trabajando con la problemática de la violencia familiar.