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 domingo, 24 de agosto de 2003

El presidente recupera el contacto con el sector económico
Kirchner intenta construir su propia base de poder empresario
Con una cuidada elección de sus interlocutores, la semana pasada rompió el hielo con los hombres de negocios

Quizás como parte de su pelea con el vice, Daniel Scioli,el presidente Néstor Kirchner se decidió a tomar en persona las relaciones con los empresarios. Así, esta semana comenzó a anudar los contactos que, desde antes del inicio de su gestión, comenzó a tejer el ministro de Planificación, Julio De Vido.

Luego de dos meses sin contacto con el mundo de los negocios, lapso en el cual Scioli apuntó a transformarse en el interlocutor de lo que tradicionalmente se denominó el establishment, Kirchner se estrenó en las fotos con empresarios recibiendo a entidades de distintas vertientes.

El debut lo realizó con la Coordinadora Interempresarial Argentina (Coinar), un conglomerado de reciente formación que apunta a defender "los intereses de las empresas de capital nacional", conformado por Abappra, el nucleamiento de bancos públicos y cooperativos, Federación Agraria, los metalúrgicos de Adimra (que además forman parte de la oposición en la UIA), Apyme y otras cámaras empresarias de la corriente "Nac & Pop" .

Le siguió el turno a los empresarios de la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA), entidad conformada por los grandes grupos durante la administración de Eduardo Duhalde con el primer objetivo de reclamar por un seguro de cambio para los holdings endeudados en dólares, y con el norte más general de incidir en el desarrollo de una política productiva.

Finalmente, recibió a los dirigentes de la Cámara Argentina de la construcción (CAC) y comprometió su asistencia al encuentro regional de la Unión Industrial Argentina (UIA), que se realizará en octubre en Jujuy. El gesto del presidente, a la vez que lo acercó al mundo de los sectores productivos, le permitió marcar diferencias con su vicepresidente: "No hay forma de generar inversión y trabajo cuando los que conducimos los municipios, las gobernaciones, en este caso la presidencia de la Nación, nos dejamos rodear de esos entornos que se acercan a los cargos que tenemos solamente para hacer negocios", sostuvo .

Ya en la campaña, hizo de su negativa a tomar contacto con los empresarios "para evitar que le fijaran la agenda", un elemento de virtud política. Pero esa actitud que lo diferenciaba del menemismo, sólo cortada por el reto a los empresarios españoles durante su visita a Europa, fue alimentando un sentimiento de antipatía entre los empresarios que en los 90 se habían acostumbrado a hacer de la Rosada un anexo de sus oficinas.

Pero al tiempo que Kirchner marcaba la cancha, su hombre fuerte en el área económica, Julio De Vido, operaba sobre el convulsionado mundo de las entidades patronales, que desde principios de año vienen protagonizando un proceso de realineamiento. Empezó con los banqueros, divididos en tres entidades; siguió con la UIA, donde una interna feroz la dejó al borde de la fractura, y se extendió por la mayoría de los rubros, incluyendo la fractura en la Cámara de Supermercados.


Nueva entidad
Fue De Vido el primero que se mostró en público en un seminario realizado por la fracción minoritaria de la UIA, encabezada por el grupo Techint, el mes pasado. Hace un mes y medio, comenzó los contactos con la recién creada Coinar, una entidad que a través de Adimra, tiende lazos con los rebeldes de la unión industrial.

Favorecidos por el cambio de ciclo de negocios que dejó la devaluación, las cooperativas, empresas públicas y pymes agropecuarias e industriales saltaron de la segregación ideológica que experimentaron en los 90 dentro del mundo empresarial, a la puerta grande de La Rosada. ¿El Grupo de los Ocho de Kirchner? No es para tanto. A Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina, el mote de "empresarios kirchneristas" no le gusta.

"Apoyamos los lineamientos generales que definió hasta ahora el gobierno pero también vamos a criticarlo cuando se aparte de la línea", advierte el federado, que de todos modos no reniega de la foto que, cual equipo de fútbol, lo exhibió en línea de cuatro junto a Carlos Heller, De Vido y Alberto Fernández. "Que seamos los primeros empresarios que recibió es todo un dato", hace un guiño.

Buzzi destacó que la coordinadora apunta a construir un "sujeto empresario nacional a nivel transversal que esperamos ampliar con federaciones del interior y otros sectores, para confrontar por ejemplo contra las privatizadas y los nucleamientos afines a los gobiernos de los 90". Entre los objetivos definidos por el grupo figura crear su propio think tank al estilo Cema o Mediterránea, para "disputar la agenda de la discusión económica, la pelota está en nuestra cancha". Confían en reunir a los economistas referentes de esos grupos, del CTA y de instituciones como Flacso, que hoy asesoran al presidente en la renegociación de los contratos de servicios públicos.

Pero la interlocución con el presidente es todavía un lugar a disputar. La reunión que al día siguiente mantuvo con los integrantes de AEA, da cuenta de que no está dispuesto a resignar su contacto con los grandes grupos empresarios.

La delantera de AEA estuvo integrada por Paolo Rocca (del Grupo Techint), Luis Mario Castro (Unilever), Aldo Roggio (Grupo Roggio), Sebastián Bagó (Laboratorios Bagó), José Cartellone (Cartellone Construcciones), Miguel Acevedo (Aceitera General Deheza), y Oscar Vignart .

Pagani informó al salir del encuentro que una de las principales preocupaciones planteadas por los empresarios es que en el país "no hay un sistema financiero funcionando a pleno, como debería, para que el sector productivo obtenga créditos".

La entidad indicó que, respecto de las negociaciones con el FMI "se coincidió en que los acuerdos deben lograrse sin ahogar la recuperación económica que todos deseamos, a la vez que se debe garantizar que los compromisos que se asuman puedan ser sustentables en el tiempo".


Las alianzas
Fiel al estilo que inauguró al llegar al gobierno, Kirchner teje sus alianzas en el campo empresario desconociendo el viejo mapa de la representatividad del sector y dibujando uno nuevo. Reta a las privatizadas, aunque muchos de los empresarios nucleados en AEA participaron y aún participan en distintas concesiones, o recibe a la CAC, cuyas empresas operan varios corredores viales; no recibe a la cadena agropecuaria, pero "visita" la Sociedad Rural o recibe a Federación Agraria, vía Coinar. No habla con las entidades de banqueros, pero por otro lado recibe al titular del Credicoop. En su primer objetivo de acumular poder propio, Kirchner es capaz de resolver tirando la bomba atómica cualquier usina de confrontación política. Y lo mismo hace en la relación con los empresarios. Según demostró esta semana está dispuesto a recibirlos, pero reservándose el derecho de invitación.

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Kirchenr teje alianzas con distintos sectores.

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