Año CXXXVI Nº 49915
Política
La Ciudad
La Región
Opinión
Información Gral
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Educación 26/07
Campo 26/07
Salud 23/07
Autos 23/07


contacto

servicios

Institucional

 domingo, 27 de julio de 2003

Evocaron a Evita a 51 años de su muerte
Dirigentes de diversos colores políticos recordaron en todo el país a la "abanderada de los humildes"

Con distintos actos en todo el país, el justicialismo homenajeó ayer a Eva Perón al cumplirse 51 años de su fallecimiento.

Uno de los actos principales se desarrolló en el cementerio de la Recoleta, donde descansan los restos de Eva Duarte, con una misa de homenaje a la que asistieron su hermana Herminda y su sobrina nieta, María Cristina Alvarez Rodríguez.

El párroco Aníbal Filipini brindó un oficio en memoria de Evita al tiempo que se descubrió una placa de homenaje y se depositaron ofrendas florales.

Entre los asistentes al acto se encontraban el periodista y candidato a diputado porteño por la Revolución Democrática, Miguel Bonasso; el intendente de Lanús, Manuel Quindimil, el legislador Saúl Ubaldini; el gobernador de Santa Cruz, Héctor Icazuriaga, y el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, entre otros.

Por la tarde, una gran cantidad de manifestantes realizó una marcha de antorchas que partió de Callao y Corrientes y recorrió el centro porteño.

Otro de los actos recordatorios tuvo lugar anoche en el partido de Florencio Varela, donde se ofició una ceremonia y una marcha de antorchas con la asistencia del gobernador bonaerense y candidato para los próximos comicios por el Justicialismo, Felipe Solá, su compañera de fórmula, Graciela Gianettasio, la ex primera dama Hilda Duhalde, y el intendente local Julio Pereyra.

Por la mañana, el jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, que va por su reelección, su compañero de fórmula, Jorge Telerman, y el postulante a primer diputado nacional, Claudio Lozano, asistieron a un homenaje en la plazoleta de Villa Lugano. Posteriormente se trasladaron a la Cooperativa 25 de Mayo -situada en el mismo barrio-, que fue fundada por Evita, y finalmente entregaron las primeras 63 escrituras en la Villa 20, ubicada Ordoñez entre Polo y Miralla.

Además se llevaron distintas misas recordatorias en diversas parroquias de la Capital Federal y del resto del país.

En Rosario, los integrantes de la filial local de la Comisión permanente nacional de homenaje al teniente general Juan Domingo Perón y Eva Perón, recordaron a Evita con un acto en el Cristo Redentor, frente al cementerio El Salvador, durante el cual los dirigentes Antonio Osvaldo Rodenas y Pío Torres se refirieron a su trayectoria, y depositaron ofrendas florales. Posteriormente, se celebró una misa por el descanso de su alma en la parroquia Nuestra Señora del Carmen.


La historia de una mujer admirada
Eva Perón había nacido en la madrugada del 7 de mayo de 1919 en General Viamonte, partido bonaerense de Los Toldos, en una época crítica en la que trabajadores y dirigentes gremiales batallaban arduamente contra la injusticia social reinante, el caudillismo político, la miseria y la marginalidad más absoluta.

Eran tiempos de oprobio, del sufragio cantado y de imposición, todo lo cual selló indeleblemente su niñez y adolescencia y la rebeló decididamente contra la injusticia social, mientras comenzaba a perfilar una veta artística que debió bruscamente interrumpir hacia 1945 al conocer al "hombre de mis sueños", el entonces secretario de Trabajo y Previsión, coronel Juan Perón.

Había llegado a Buenos Aires desde Junín, en 1935, cuando el pueblo estupefacto era un pañuelo de lágrimas por la trágica y repentina muerte de Carlos Gardel en la ciudad colombiana de Medellín, y conoció en forma casual a Perón en enero de 1944, durante un festival artístico en el Luna Park organizado para paliar la situación ocasionada por el terremoto de San Juan.

Fue "la Eva" para la clase dominante y el antiperonismo a ultranza, es decir, para la minoría que no perdonó ni asimiló jamás la estampida popular de 1945, que la desalojó durante una década de su posición de privilegio. Y fue simplemente "Evita" para millones de trabajadores, ancianos y niños.

Inundó el país de hogares-escuela, de escuelas de tránsito, de ciudades infantiles, de barrios obreros, clínicas, hospitales, policlínicos y colonias de vacaciones desde su Fundación de Ayuda Social e impulsó una legislación social de avanzada que reivindicó, entre otras cosas, el negado derecho femenino al voto.

Su obra se desparramó a manos llenas a lo largo y a lo ancho del país. La "Abanderada de los Humildes", la "Jefa Espiritual de la Nación", fue paulatinamente constituyéndose en un puente de comunicación entre Perón y su pueblo y en mensajera excluyente de la columna vertebral del movimiento justicialista, los trabajadores.

Abrazó y predicó la causa justicialista, la lucha de Perón, su ideología y su doctrina porque sólo ellas justificaron su paso por la vida y rechazó cuanto honor pretendiese separarla del camino de la justicia social y las más caras reivindicaciones populares.

En ese marco renunció desde su lecho de enferma, el 31 de agosto de 1951, a la candidatura a la vicepresidencia, en la flor de su apogeo y juventud, amada e idolatrada, odiada y escarnecida al mismo tiempo por los sectores populares y de la oligarquía, porque en ella se había hecho verdaderamente carne aquello de que "mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar".

"Heroína y compañera, de infortunios camarada, la sublime abanderada fue del líder mensajera, raza y honor la bandera por su pueblo soberano. Es ariete americano, musa gaucha del caudillo, que fue encendiendo pavilos, en la noche del engaño", le cantó oportunamente un poeta argentino.

Su repentino y cruel deceso, aquel helado 26 de julio de 1952, a las 20.25, hace 51 años, se transformó en una parálisis temporaria para la lucha popular y en una alegría inconmensurable para sus más acérrimos opositores.

Los trabajadores argentinos, por quienes luchó y murió a los 33 años y en cuya sede sindical reposó hasta que el odio liberal de 1955 la obligó a emprender un largo viaje allende las fronteras, rendirán mañana su homenaje a quien levantó sus miradas y vidas hacia un horizonte definitivamente mejor. (DyN y Télam)

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Herminda, hermana de Eva (derecha), en Recoleta.

Notas Relacionadas
Kirchner: "Vine como siempre"


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados