| | miércoles, 23 de julio de 2003 |
 | Entre hijos y entenados
El gobernador Carlos Reutemann repite cada vez que puede que no tiene favoritos entre los candidatos de su partido para las próximas elecciones. Y promete que apoyará a todos los sublemas por igual, aunque no logra todavía contagiarle fervor a su promesa. "Che, no se le está yendo la mano con eso de mostrarse apoyando a todos", susurró un asistente al acto en el salón Blanco de la Casa Gris donde el mandatario presidió la apertura de ofertas para obras públicas destinadas a reparar los daños causados por la inundación. "Vení Hugo, abramos juntos el primer sobre", invitó Reutemann a Storero, el principal candidato a intendente de la ciudad. Pero no por el PJ sino por la oposición: va en el lema del Partido Socialista. Acostumbrado a divertirse con sus ocurrencias y alertado de que su gesto no había pasado desapercibido, para la apertura del último sobre invitó a subir al estrado a otro candidato pero del Partido Justicialista, Martín Balbarrey, a quien postula para la intendencia el sublema de Alberto Hammerly (el que, dicen todos, menos él, apadrina el Lole). Respecto de esto último a algunos no les quedó dudas. Reutemann, al invitar a Balbarrey a subir al estrado, no se privó de acotar un "vos que vas a ser el próximo intendente". Y la sonrisa de Storero se borró.
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Con la sangre en el ojo
"Vieron, el Negro no aparece. Si serán ingratos estos tipos", decía ofuscado un dirigente peronista rosarino mientras el lunes trajinaba las oficinas de la Secretaría Electoral convertidas en un hervidero de punteros. Los rosarinos se quejaban porque las listas peronistas tienen una escuálida representación sureña y usaban el caso de Rubén Dunda como emblemático: "Es el presidente de la departamental Rosario y del Congreso provincial partidario pero no lo pusieron en ninguna lista". Los radicales eran más genéricos. La queja más dolida aludía a que su sigla centenaria desapareció, por primera vez, del cuarto oscuro santafesino. Y todos coinciden en que este proceso electoral difícilmente se olvide con facilidad, porque las heridas que ha dejado el armado de las listas de candidatos parecen latir más fuertes que otras veces. Que la sangre no llegue al río.
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Operador olvidado
Finalmente, el presagio de Pipo Cipollatti que en una vieja canción anunciaba a "los radicales a pie", se cumplió el fin de semana para el cierre de listas. Es que algunos dirigentes sanlorencinos del centenario partido llegaron a la capital provincial en el auto particular de un candidato a senador, quien firmó las planillas correspondientes. El personaje, sin mediar aviso alguno, regresó presuroso a la ciudad del histórico convento. Claro que tan abrupta decisión dejó varado a un candidato y operador de peso (algo excedido) que en las puertas del Tribunal Electoral, ya entrada la madrugada y cuando la confusión y la incertidumbre dominaban la escena, se paseaba preguntando quién podría llevarlo. Pero no en una lista, en un auto de vuelta a su casa.
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Soplando la pipeta
El fin de semana pasado los operativos de control de alcoholemia se intensificaron para desgracia de muchos. Sobre 412 casos, 55 dieron positivo. Para quienes tienen la poco recomendable costumbre de beber y luego conducir, vaya un consejito ofrecido durante una nota radial por un funcionario municipal de Tránsito. "El champán se nota más rápido que el vino. Parece que sube. Y una medida de whisky, peor aún. La cerveza es lo más liviano, pero no hay que tomar más de tres vasos". Lástima que no se pueda aplicar, como en el caso de los fumadores, la disculpa del bebedor pasivo. |
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 | "Binner sigue con su monumento de cristal sin terminar, que es el monumento al fracaso"
Fernado Bondesío
Ministro de Salud de la provincia. En alusión al nuevo Heca en costrucción | Ver noticia  | |
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