Año CXXXVI
Nº 49.759
Rosario,
jueves 20 de
febrero de 2003
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Editorial
Nuevo signo de mejoría

Suficientes palabras se han dicho y escrito, en los últimos tiempos, acerca de las graves repercusiones sociales de la crisis económica. Pero de lo que nadie duda es de que el peor de los males que se abatieron sobre el país en la pasada década del noventa es el desempleo. Una estructura productiva virtualmente pulverizada fue la principal consecuencia negativa de la larga paridad uno a uno entre el peso y el dólar: la importación de bienes a valores irrisorios —inconscientemente festejada por tantos habitantes de la República— terminó por destruir numerosas fuentes de trabajo y dejó, en plazo breve, a un tendal de gente en la calle. La devaluación que rompió con ese modelo distó de ser una panacea ya que su costo fue pagado por asalariados y ahorristas, pero ahora comienzan a ser visibles las secuelas positivas de una decisión adoptada “a la argentina”, es decir, con desprolijidad e improvisación, y entre gallos y medianoche.




Reflexiones
Una defensa del liberalismo

En el reciente Congreso Nacional Sobre Democracia, celebrado en Rosario, se sostuvo, entre otras cosas, que uno de los males que afectó la vida política y económica del país en los últimos años fue la reedición de posturas liberales, llamadas ahora "neoliberales". Se indicó que la aplicación de políticas de corte liberal (al menos en su origen) causó un daño fundamental a las estructuras del Estado y afectaron sus atribuciones esenciales. Que siguiendo los designios de Hayek y von Mises, Argenti...





Efemérides rosarinas

Un 20 de febrero
El general Agustín P. Justo asumió la presidencia.

 

De 1932: Comienza la Década Infame. - Asumió la presidencia de la República Argentina el general Agustín Pedro Justo, quien integró la fórmula con Julio Argentino Roca (h), gracias a elecciones fraudulentas. Era el comienzo de la llamada Década Infame. En abril de 1931, los radicales habían ganado las elecciones para gobernador de la provincia de Buenos Aires, pero el gobierno de José Félix Uriburu decidió desconocer el resultado y anularlas. Así y todo, los radicales proclamaron una fórmula para los comicios presidenciales de noviembre: la integraban el ex presidente Marcelo T. de Alvear y el ex gobernador de Salta, Adolfo Güemes. El gobierno de Uriburu vetó a los dos integrantes de la fórmula: a Alvear, argumentando que no se había cumplido aún el plazo de seis años para que volviera a aspirar a la presidencia; y a Güemes por su reconocida militancia yrigoyenista. Con sus candidatos proscriptos, la Unión Cívica Radical, entonces, decidió abstenerse.




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CARTA DE LECTORES

  El abuso del poder
 

  Quiero crecer en un mundo de paz
 

  Puente Rosario-Victoria
 

  ¡Urgente!, estado de alerta
 

  Un grito desesperado II
 



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