Londres. - En su reunión del viernes en Washington, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, acordaron un plazo de dos semanas para lograr una nueva resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU y "entre 4 y 6 semanas" para el inicio de la ofensiva militar contra Irak, según informan varios diarios británicos. Bush fue quien dio este plazo, afirma el rotativo británico The Times.
El diario señala que el presidente estadounidense sólo aprueba una segunda resolución de la ONU con la condición de que los inspectores de armas en Irak concluyan su labor antes de "cuatro o seis semanas".
A su regreso de Estados Unidos, Blair dijo que Bush está a favor de una segunda resolución de Naciones Unidas, pero que esto no debía conducir a que "esta situación se prolongue durante meses". El premier británico se mostró comprensivo con la "reservas" de Francia y Alemania a la acción militar y comentó que pronto se reunirá con le presidente Jacques Chirac.
Según estima Blair, no se espera que el presidente de Irak, Saddam Hussein, vaya a cumplir con su compromiso de "colaborar plenamente" con los inspectores de armas de Naciones Unidas. No obstante, diplomáticos en las Naciones Unidas esperaban que Washington tratará de que se apruebe una resolución en unas dos semanas si ve indicios de que tal medida tendría éxito.
Saddam piensa en una Stalingrado
"Esto necesita resolverse rápidamente. En caso de que las Naciones Unidas decida aprobar una segunda resolución, sería bienvenida si es otra nueva señal de que insistimos en desarmar a Saddam Hussein", dijo Bush en una conferencia de prensa conjunta tras conversar con Blair el viernes.
Haciendo gala de una seguridad a prueba de balas frente a las amenazas de invasión norteamericana, el presidente iraquí Saddam Hussein está poniendo en marcha un dispositivo militar centrado en una guerra terrestre con la esperanza de infligir importantes pérdidas al enemigo.
Consciente de la enorme superioridad norteamericana en el aire, el jefe supremo de las fuerzas armadas reveló, a lo largo de las "charlas" que mantiene casi a diario desde principios de año con sus oficiales, una estrategia que parece destinada a arrastrar al ejército estadounidense a un cenagal terrestre o incluso a combates callejeros.
"Quien quiera ocupar un territorio tendrá que desplegar su infantería. Sin emplear fuerzas terrestres, el enemigo podrá destruir y perjudicar, pero no podrá ocupar la zona", declaró Saddam durante una de esas reuniones.
Ante sus oficiales no dejó de repetirlo, prometiendo diezmar a cualquier fuerza norteamericana que logre llegar a las puertas de Bagdad. "El enemigo no desembarcará en los alrededores de Bagdad porque morirá. Aunque envíe un millón de soldados, nuestros hombres los matarán", afirmó."El desembarco tendrá lugar en regiones lejanas y los medios de comunicación del enemigo empezarán a hablar de ello, anunciando que las fuerzas están a tal distancia de Ramadi (ubicada a 100 km al oeste de Bagdad) y que están de camino para ocupar tal ciudad. Así hará su show", añadió.
Según un diplomático occidental en Bagdad, el objetivo del régimen iraquí es "atraer al enemigo hacia Bagdad para convertirla en un nuevo Stalingrado. Están fortificando las entradas de la ciudad y movilizando a las milicias y a los jóvenes del Baas", el partido en el poder.
Con esas reuniones, Saddam Hussein pretende también decir a Estados Unidos, que quiere que se exilie, que no tiene ninguna intención de renunciar al poder sin luchar, explica otro diplomático.
En tanto, una importante flota formada por doce buques británicos y un submarino estadounidense atravesaron el canal de Suez rumbo a Kuwait. Entre los navíos británicos figuraban los portaaviones Ark Royal, el portahelicópteros Ocean, tres destructores y dos buques de aprovisionamiento. Este grupo naval se incorporará a las demás naves agrupadas en el Golfo Pérsico o en sus inmediaciones. (Reuters y AFP)
La Ciudad
