Norberto Puntonet / La Capital
Los amantes de las playas con aguas cálidas y transparentes como las tropicales y caribeñas, y que ya están cansados de sumergirse en la marrón geografía del río Paraná o en las grises y casi gélidas aguas de la costa bonaerense, tienen en la localidad rionegrina de Las Grutas la posibilidad de dorarse al sol en sus extensas playas y disfrutar de las azules y cálidas aguas sin la necesidad de hacer largos viajes en avión ni realizar grandes inversiones de dinero.
Las Grutas está ubicada en el extremo norte del Golfo San Matías, a pocos kilómetros de la ciudad portuaria de San Antonio Oeste y a 1.233 kilómetros de Rosario. Se puede llegar a este paraíso patagónico a través de varias vías que convergen en la larga ruta nacional Nº 3, aunque para los gaseros -automovilistas cuyos vehículos se alimentan a gas natural comprimido (GNC)- hay una ruta especial (ver aparte) que por sólo 55 pesos los llevan desde Rosario hasta Las Grutas.
Las actividades que se pueden desarrollar allí son muchísimas, que van desde la pesca -desde la costa o embarcada- hasta buceo, trekking, cabalgatas y paseos en cuatriciclos y 4x4. Pero sin ninguna duda su mayor atractivo está en las tranquilas y seguras playas, que presentan características morfológicas únicas en esta parte del planeta.
La playa de Las Grutas propiamente dicha tiene unos tres kilómetros de largo y un ancho máximo de un kilómetro durante la bajamar, oscilando las mareas entre unos ocho y 10 metros respecto de la profundidad de las aguas. En este sector se concentra la mayor cantidad de turistas, los que pueden ubicarse cómodamente en la playa a diferencia que en otros puntos de la costa atlántica. Los acantilados alcanzan una altura de 10 metros y las grutas que allí existen fueron formadas por la erosión del mar y de los vientos del sudeste.
Las aguas son las más cálidas del litoral marítimo argentino ya que en algunos sectores alcanzan los 28 grados -en Mar del Plata no supera los 21 grados-. Esto se debe a la combinación de factores oceanográficos y atmosféricos como las mareas y el sistema circulatorio dentro del Golfo San Matías, las altas temperaturas en verano y la escasez de lluvias.
Las radiaciones solares calientan la arena y las piedras durante la bajamar, lo que luego es transferido al agua en la pleamar produciendo el aumento de su evaporación y el refuerzo de la termolina -carga de sal en el agua-, lo que impide el ingreso de aguas frías provenientes del sur del Atlántico. Por todo esto es muy frecuente ver a adultos y niños permanecer en el agua hasta el anochecer -pasadas las 21-.
Si bien la afluencia de turistas durante enero hacia los puntos más tradicionales del país fue record, en Las Grutas prácticamente no hubo lugar disponible para alojar a quienes no habían hecho reservas. Daniel Porto, gerente del Apart Hotel Posada de Mar, precisó que durante los primeros 20 días del año llegaron a la villa más de 50.000 personas. "En la primera quincena de enero la capacidad de alojamiento quedó cubierta en un 98 por ciento y durante la segunda llegó al ciento por ciento. Esta temporada tiene niveles inéditos para nosotros ya que prácticamente no hay lugar ni en campings, hoteles, aparts, hospedajes y complejos. Es importante aconsejar que la gente no venga a Las Grutas sin hacer las correspondientes reservas, para eso pueden consultar a la oficina de la Secretaría Municipal de Turismo al teléfono 02934-497468".
La mayoría de los turistas llegó desde ciudades patagónicas como Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, Viedma, Neuquén, General Roca y Cipolleti; pero también fue grande la afluencia desde Santa Fe, Córdoba, Mendoza y de la provincia de Buenos Aires -sólo un 3 % viajó desde la Capital Federal-.
| |
La Ciudad
