Año CXXXVI
 Nº 49.741
Rosario,
domingo  02 de
febrero de 2003
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Práctica matutina: Hubo cambio de escenario
La lluvia en Colonia impidió que los canallas trabajaran como tenían previsto

Colonia del Sacramento amaneció ayer regado de lluvia. Por algunas horas, la ciudad declarada patrimonio histórico de la humanidad acumuló litros de agua en sus calles de piedras del siglo XVII y se alió a una escenografía sin tanto deleite visual para los turistas. Pero esa mutación del paisaje no sólo trajo consigo que los colonienses se sacaran de encima el calor sofocante que había extendido sus tentáculos en los últimos días, sino que el temporal también obligó a modificar el lugar de entrenamiento del plantel canalla.
Ante este cuadro, Miguel Angel Russo no pudo ordenar la sesión dedicada a darle los últimos retoques al equipo que salió anoche ante Nacional y se tuvo que conformar con utilizar el gimnasio.
Si bien la rutina no se extendió más allá de tareas regenerativas y ejercicios de elongación, los trabajos sirvieron para que el entrenador canalla volviera a ponerse los cortos y se prendiera en el picado de fútbol cinco junto a su amigo Hugo Gottardi y el grupo de jugadores que no estuvo desde el inicio contra Nacional. El único que acompañó con su presencia en los once titulares fue el arquero Gaona, quien atajó para el sexteto integrado por Fassi, Vitamina Sánchez, Herrera, Carbonari y el mencionado refuerzo del DT. En tanto, la otra formación alistó a Castellano, Andrés Díaz, Leonforte, Mandra, Erroz y el remiendo de Gottardi.
Mientras estos nombres disputaban el partido bajo un clima de corte recreativo, los titulares observaban las alternativas sentados en las tribunas del gimnasio. Y la constante que gobernó el entorno no se apartó demasiado de lo que ocurre en estos casos. Cada vez que uno de los protagonistas de la práctica se perdía un gol imposible, el resto se burlaba con gritos o directamente respondía el gaste alguna ironía.
En este rubro el que se llevó todas las gastadas fue el Pata Leonforte. Cada maniobra que comandó el defensor -jugó de chupamate- desde las gradas de cemento retumbaba con fuerza "hacele la boba, Papa". La contestación de Leonforte no se hizo esperar, no definió con la elegancia de Andrés D'Alessandro, pero la mandó a guardar un par de veces y se erigió en uno de los goleadores de la mañana junto a Vitamina Sánchez.
Para esa altura Russo ya había abandonado la cancha por, según reconociera después, un tirón inventado y Gottardi intentó encubrir su mala actuación pidiéndole al utilero Alcides Aranda una camiseta seca porque la suya estaba impregnada de sudor.


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