Año CXXXV
 Nº 49.499
Rosario,
martes  04 de
junio de 2002
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Cautela de terminales y concesionarias sobre la solución del corralito
Autos: esperan la letra chica del plan
Quieren que el mecanismo sea lo más simple posible. Preocupación por un aforo del 25% y los cupos

La posibilidad de utilizar los bonos en canje por plazos fijos atrapados en el corralito para comprar vehículos cero kilómetro fue tomada con pinzas por parte de automotrices y concesionarias, los dos principales operadores del sector. En principio son optimistas, pero quieren ver la letra chica de la reglamentación del decreto publicado ayer en el Boletín Oficial antes de definir una posición. Las terminales se reunirán esta semana para tratar de que esta operatoria "sea lo más atractiva posible", aunque confiesan que en la actual situación cualquier cosa será bien recibida. Las principales preocupaciones pasan por la eventual complejidad de la operatoria y el aforo del 25 por ciento que se impondría sobre el precio del auto.
El decreto que permite salir del corralito financiero da la opción de comprar un auto cero kilómetro con los bonos con que se canjearán los depósitos. En este caso, el comprador deberá pagar un recargo de un 25 por ciento del valor del bien. Esto significa que para comprar un auto que vale 20 mil pesos, se deberán entregar bonos por un valor de 25 mil pesos nominales. Pero cuando las terminales le presenten al Estado estos títulos, recibirán en efectivo 20 mil pesos. Como la transacción tiene implícita una emisión monetaria, se fijarán cupos mensuales para estas liquidaciones.
La idea del gobierno es mejorar la cotización de los bonos en el mercado secundario. Así, quien posea efectivo podrá comprar títulos a valor del mercado y pagar un auto a valor nominal, pero para eso deberá sumar un 25 por ciento más en bonos. En cambio, quien tenía su dinero en el corralito, sufrirá una pérdida del 25 por ciento de su ahorro si va con sus bonos a una concesionaria.
De todas formas, la espera de la reglamentación definitiva significará en los próximos días una tensa espera. Al respecto, Armin Reutemann, titular de una concesionaria Volkswagen y presidente de la regional local de Acara (Asociación de Concesionarios de la Argentina), señaló: "Somos optimistas, pero esperamos que salgan las normas finales porque aún es poco lo que sabemos".
En esa línea se expresó Daniel Maritano, gerente comercial de Fiat Riviera, quien indicó que "se dispararon las consultas de los clientes, pero es poco lo que les podemos decir ya que estamos a la espera de las reglamentaciones".
Uno de los temores de los concesionarios es el grado de complejidad que tendrá esta nueva operatoria ya que el último antecedente trajo más ventas pero con muchas complicaciones.
Lo cierto es que aquellos pocos que tenían pensado comprar, ahora esperarán para especular con un potencial beneficio.
La letra chica es lo que preocupa y por eso las terminales nucleadas en Adefa (Asociación de Fabricantes de Autos de la Argentina) esperan reunirse en las próximas horas con el equipo económico.
Javier Vernengo, director de Relaciones Institucionales de Fiat Auto, indicó que "en la nada, una gota ya es bueno, pero aún no sabemos cómo se va a operar". Planteó que lo que se anunció es distinto al sistema anterior que venció el 15 de abril porque habrá que medir el impacto de este 25% adicional. "Será una decisión individual, arriesgarse a quedarse con los bonos a largo plazo o ponerlo en un bien".
En tanto, Alberto García Carmona, director de Relaciones Institucionales de General Motors, consideró que "el plan conceptualmente está bien, pero la efectividad dependerá de cómo se implementa y de cuán atractiva se puede volver la utilización de esos bonos". Por eso, las terminales le plantearán al gobierno algunas fórmulas para mejorar la seducción de los papeles, ya que consideran que la carga impositiva que tiene un auto es grande. Si a eso se le agrega un 25% más, y el hecho de que un auto se deprecia alrededor de un 20% al salir de la concesionaria pasando de cero km a usado, puede que esta alternativa pierda interés.



Se multiplicaron las consultas en las concesionarias.
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