Sin el acuerdo con los gobernadores del justicialismo, titulares de las provincias de mayor peso en el escenario político, el presidente Fernando de la Rúa llegó a Estados Unidos para intentar conseguir apoyo para el plan de canje de deuda pública que encaró el gobierno. El consenso interno es valorado en los círculos internacionales como una moneda de cambio imprescindible para que los centros financieros mundiales le suelten la mano a la Argentina, otorgando auxilio adicional para evitar un default. Llegó un respaldo (¿formal?) de los banqueros y otro a cuentagotas de los gobernadores, lo cual parece poco para conseguir un firme respaldo de parte del presidente norteamericano George W. Bush, quien hoy concederá una entrevista clave al presidente De la Rúa.
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La Ciudad
