El Partido Socialista Popular (PSP) también rompió con la Alianza. Los pesepistas resolvieron que sus diputados nacionales formen su propio bloque en la Cámara baja, separados de la bancada que originariamente integraron junto a la Unión Cívica Radical y el Frepaso. No obstante, sostienen que esta decisión no significa el final de las experiencia de ciudades y localidades del interior del país donde se mantienen los postulados de la coalición original. Además, mantiene viva su prédica de vinculación con todas las fuerzas progresistas de los partidos que la integraron.
Además, el comité nacional del PSP criticó ayer las recientes medidas económicas impulsadas por el gobierno nacional por considerar que no modifican las condiciones estructurales que impiden el crecimiento económico, porque su viabilidad depende casi exclusivamente del apoyo externo que reciban. "El ministro de Economía, Domingo Cavallo, ya no cumple con los requisitos necesarios de sensibilidad y consenso social para llevarlas a cabo", afirmaron los dirigentes socialistas a través de un documento.
Las conclusiones fueron elaboradas durante la reunión celebrada en el Hotel Savoy, en la ciudad de Buenos Aires, fue presidida por el secretario general partidario, Rubén Giustiniani. También concurrieron al cónclave el intendente de Rosario, Hermes Binner; la diputada nacional María Elena Barbagelata, la legisladora porteña Clori Yelicic, el secretario general del PSP bonaerense, Carlos Nivio, y 80 delegados de todo país.
Sin condiciones
En el capítulo dedicado a la economía, las expresiones críticas del socialismo sostienen que "se necesitan, además de ideas y propuestas adecuadas, sensibilidad y consenso social para llevarlas a cabo. Cavallo no reúne estas condiciones". El PSP agrega que el plan conocido la semana pasada "no apunta a modificar los problemas económicos y sociales estructurales de Argentina, que hacen a la incapacidad de desarrollo sostenido de nuestro país".
"El gobierno nacional intenta superar el escollo fiscal a través de una reestructuración voluntaria de la deuda pública, la que será viable exclusivamente si se cuenta con apoyo externo. Sin embargo, ninguna de las medidas económicas modifica la estructura concentrada de nuestra economía, sino que la carga de la crisis seguirá recayendo sobre los sectores sociales más debilitados", agregó el PSP.
Los socialistas deliberaron desde media mañana hasta el atardecer. Durante las largas horas de debate también aprobaron una renovada recomendación para constituir la Unidad Socialista, instruyeron a sus legisladores para que el gobierno nacional pague de inmediato el incentivo docente, y hasta incluyeron una evaluación crítica -realizada por Binner- respecto al resultado de los comicios del 14 de octubre pasado en Rosario.
También otorgaron su apoyo a la iniciativa del Frente Nacional de la Pobreza, organismo que hegemoniza la CTA y que promueve una consulta popular por un seguro de empleo y formación para los desocupados de 380 pesos, los días 13, 14 y 15 de diciembre próximos.
Finalizadas las deliberaciones, el diputado Giustiniani dijo a La Capital que otro aspecto que los socialistas consideran fundamental en relación con el gobierno nacional "es la derogación de los superpoderes" que el Parlamento concedió en marzo pasado al Ejecutivo.
"Eso es fundamental, porque la cantidad de decretos que se están haciendo semanalmente bordea la inconstitucionalidad y la transparencia. Por un lado, se decide no pagar el Fondo de Incentivo Docente, que son setenta millones de pesos mensuales, pero en el mismo momento se le están reconociendo 800 millones a las empresas concesionarias de peaje. ¿Entonces, cómo es? Déficit cero, y para las empresas de peaje hay tanta plata...".
Giustiniani dijo que las críticas al plan económico no sólo involucran al ministro Cavallo, sino que también alcanzan al presidente Fernando de la Rúa, "quien forma parte de todo este cuadro y del cual no se puede desvincular".
La Ciudad
